La marcha partió a las 18:10 de este jueves 2 de julio del 2015 desde el Parque El Arbolito, en el centro-norte de Quito a la plaza de Santo Domingo. Foto: EL COMERCIO
Los manifestantes pasaron delante los cercos formados por la Policía, en las inmediaciones del Palacio de Gobierno. No hubo desmanes. A pesar de que decenas de personas se plantaron frente a los uniformados, la mayoría de manifestantes siguió hacia la Plaza de Santo Domingo. “Fuera Correa, fuera”, gritaron y ondearon banderas negras y de Ecuador.
La marcha partió a las 18:10 de este jueves 2 de julio del 2015 desde el Parque El Arbolito, en el centro-norte de Quito.
“Queremos llegar a la Plaza Grande, pero con tanta seguridad eso va a ser imposible”, dijo Guillermo R., un manifestante que desde hace un mes participó en las protestas contra el Régimen de Rafael Correa en la avenida De Los Shyris, en el norte.
Esta noche, los ciudadanos llevaban globos con consignas: “Me declaro en rebeldía” o “basta ya”. Entre ellos no había personas con globos rellenos de pintura, como advirtiera la víspera el ministro del Interior, José Serrano, al referirse a un supuesto atentado contra Gobierno, en el cual se utilizaría pintura para cegar a los policías antimotines que cercan Carondelet.
Tampoco se observaron palos con puntas afiladas ni otra clase de armas. Los únicos palos eran las astas plásticas de las banderas tricolores y negras. En la concentración estaban familias con sus niños, personas de la tercera edad y jóvenes. Fue convocada por el asambleísta opositor Andrés Páez de Creo.
“Claro que queremos llegar a Carondelet, porque esa plaza también nos pertenece y no solo es un espacio del Gobierno”, dijo Julio C., un manifestante. Al caer la tarde, la concentración empezó a moverse por la av. 10 de Agosto y luego la Guayaquil, hasta llegar al Centro Histórico.
Esta vez, los policías ubicados en la primera línea de las bocacalles de las vías de acceso a la Plaza Grande fueron los de servicio urbano, hombres y mujeres que llevaban chalecos verde fluorescentes y zapatos de suela. Detrás de ellos había filas de decenas de policías antimotines. Ellos llevaban chalecos, escudos y cascos. “Nosotros sabemos que hacen su trabajo, pero deberían unirse”, dijo un joven a los agentes del cordón de seguridad en la calle Chile y Guayaquil.
“Correa te jodista, con Quito te metiste”, coreaban los marchantes. Entre los manifestantes había una persona en avanzado estado etílico que se sumó a la marcha en la calle Chile y Guayaquil. No llevaba ninguna bandera, pero de forma violenta arranchó una tricolor a una mujer. A pesar de que varias personas pidieron a la Policía que lo separara, los agentes no hicieron ni dijeron nada.