La marcha indígena por el agua partió de Cutuglagua, en el sur de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Más de 500 personas se congregaron la mañana de hoy, 14 de noviembre del 2018, en el sector de Cutuglahua, en el sur de Quito, para participar en la marcha por el agua organizada por el movimiento indígena.
Esta duró 12 días y convocó a indígenas, dirigentes y comuneros de diferentes partes del país. Yaku Pérez Guartambel, presidente de la Ecuarunari, manifestó que están a punto de llegar a Quito en donde serán recibidos con los brazos abiertos.
La marcha por el agua partió de Tundayme, Zamora Chinchipe, el pasado 4 de noviembre. Recorrió Loja, Saraguro y Cuenca, Azogues, Riobamba, Guaranda y Ambato.
“Reclamamos la defensa del agua para que no se contamine y se afecten las fuentes por la industria minera. Eso generará una colosal destrucción ambiental y social”, manifestó el dirigente. En ese sentido, su preocupación radica en qué hay gente criminalizada, despojos y desalojos.
Los comuneros también hacen otros pedidos: que se les restituya la educación intercultural bilingüe a los pueblos indígenas, que no haya más criminalizados, la firma del tratado internacional que regule a las empresas transnacionales en materia de Derechos Humanos, la declaración de emergencia en el sector agropecuario ya que los precios de la leche son bajos y que se suscriba la reforma agraria que dignifique a los campesinos, agricultores y trabajadores.
Asimismo, los dirigentes indígenas tienen previsto a las 15:00 de hoy presentar, en la Asamblea Nacional, una ley orgánica que prohíba la minería metálica en el país.
Guartambel aspira que a la marcha se sumen más de 1 000 personas, quienes vienen de varias provincias. Recorrió Zamora, Azuay, Loja, Tungurahua, Cotopaxi, Chimborazo.
Si las autoridades no atienden sus pedidos – según Pérez Guartambel– se radicalizará la resistencia. “Podría romperse el diálogo, podríamos volver a los territorios y bloquear las vías”.