El mapa partidista cambió en Manabí, con el correísmo como base

Leonardo Orlando, del correísmo, sorprendió con su victoria por la Prefectura de Manabí en las seccionales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Leonardo Orlando, del correísmo, sorprendió con su victoria por la Prefectura de Manabí en las seccionales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Leonardo Orlando, del correísmo, sorprendió con su victoria por la Prefectura de Manabí en las seccionales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

El mapa político de Manabí se reconfiguró desde el 2016. El punto de partida –en el escenario político- lo dio el terremoto que sacudió gravemente a la jurisdicción, hace tres años.

La conformación del Comité de Reconstrucción fue vital para marcar una nueva ruta para la reactivación económica. Pero también le significó al correísmo, que lo fundó, como una plataforma que le atrajo votos. Eso se evidenció en la última elección seccional, con el triunfo de Leonardo Orlando en la Prefectura de Manabí y quien fue promocionado como “el prefecto de Correa”.

Las alcaldías, en cambio, se repartieron para las alianzas entre movimientos locales y nacionales como Creo, el PSC y AP. El movimiento que auspició al correísmo, Fuerza Compromiso Social (FCS), no logró ninguna.

¿Cómo se movió el mapa político? La evidencia data desde las presidenciales del 2017. En la segunda vuelta electoral, fue esta provincia la que le otorgó un “enorme triunfo” al entonces oficialista Alianza País (AP). Lenín Moreno recibió un 66% de los votos, por encima del 51% del promedio nacional.

Tras el rompimiento entre las alas morenistas y correístas, AP quedó fracturada. Pero el correísmo se llevó a sus simpatizantes que en la consulta popular que se impulsó en febrero del año pasado dieron un triunfo a la opción ‘No’ que ganó en las tres preguntas claves que promocionó el expresidente Correa. Fue en la única provincia en la que triunfaron.

Y ahora, en las últimas seccionales, sorprendió la victoria de Orlando, quien tiene su lectura. Cree que hay un factor importante que le ha permitido al correísmo mantener un voto fuerte en Manabí: la percepción de la población respecto a los resultados del Comité de la Reconstrucción.

Orlando afirma que ahora hay una desaceleración del trabajo del Comité. Eso ha incidido en el apoyo al expresidente, dijo. “Nueve de cada 10 manabitas querían un cambio y les dimos propuestas”.

Pero en el oficialismo no se sienten perdedores. En Manabí alcanzaron seis alcaldías propias y en alianzas, según José Herrera, director provincial de AP, resultado que los hace pensar en que no han desaparecido. El correísmo, en cambio, no logró municipalidades.

En jurisdicciones como Manta hubo cambios. Ahí fue electo Agustín Intriago, quien es considerado como un ‘outsider’ de movimientos locales. Él cree que ganó porque la gente confió en su propuesta para alcanzar una gestión eficiente.

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