Con manos también se disfrutan las vacaciones

julio estrella / el comercio


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Las manualidades tienen buena acogida entre los niños y jóvenes, en el Centro y norte de Quito. 

Pintura, dulces tradicionales, títeres y otras manualidades marcan las vacaciones en el Distrito Metropolitano. Los niños y adolescentes inscritos en los diferentes cursos disfrutan de estas y otras actividades en las que las manos tienen mucho protagonismo.

Maddy Fueres, una niña de cuatro años, lleva dos semanas asistiendo al campamento vacacional de la Fundación Mundo Juvenil, en el parque La Carolina. Ella es parte del primer grupo de menores, de entre 4 y 5 años, de los cuatro que hay.

Ella es una de las más entusiastas al momento de realizar manualidades. Le gusta elaborar títeres. Fundas de papel, fómix y goma son los materiales necesarios. Por ejemplo, Maddy elaboró un elefante.

Las tutoras pasan por cada una de las mesas para dar instrucciones y entregar los materiales. Cuando los trabajos están listos cambian de actividad. Una de ellas es el teatro. Los niños participan con trajes confeccionados en sus casas.

Manuel Fueres, padre de la niña, cuenta que este taller le llamó la atención porque su hija está aprendiendo a realizar manualidades. “Es importante estos cursos porque le ayudan a desarrollar la motricidad (movimientos corporales)”.

En este curso hay otras actividades como: malabares, clown, juegos tradicionales, origami, cocina, entre otros. Durará hasta el 1 de agosto. Quienes están interesados en participar pueden ir a Mundo Juvenil ya que están abiertas las inscripciones para el curso que arrancará este lunes. Otro será del 4 al 15 de agosto.

En otro punto de la ciudad, en el Centro Histórico, también se realizan talleres donde los niños y adolescentes desarrollan su creatividad y, además, aprenden sobre costumbres y tradiciones quiteñas.

Dulces tradicionales en el Cumandá
En el Parque Cumandá, ubicado en la exterminal terrestre, los niños y adolescentes han transformado las mañanas en una fiesta. Corren, saltan, ríen y, sobre todo, aprenden. En los cursos ofertados hay un taller que llama la atención. Es el de dulces tradicionales.

Con un tenedor en sus manos, cerca de 15 niños y niñas baten unas claras de huevo. La sonrisa no se quita de sus rostros cuando ven que la espuma crece y crece. Es una buena señal, ya que significa que la tradicional espumilla está casi en su punto. Sin embargo, no dejan de batirla.

El siguiente paso es poner azúcar. Pueden escoger entre dos opciones: la normal y la impalpable. Ahí se arma una verdadera ‘locura’. Todos buscan poner en su preparación la mayor cantidad. Entre ellos se escucha: “échale más para que quede más rico”.

Uno de los inscritos es Joseth Pasaca. Este niño de 11 años atiende cada una de las indicaciones impartidas por Natali Albán, quien es la supervisora del equipo de mediación cultural del parque. Antes de la preparación, les relata la historia de la espumilla y cómo se la preparaba en las casas.

Luego, los niños le ponen mermelada para que quede con sabor a mora o guayaba. Finalmente se decora. La encargada del taller de dulces tradicionales cuenta que el objetivo es rescatar esos sabores tradicionales que eran preparados por los ‘abuelitos’.

Otra de las opciones que los niños y adolescentes pueden escoger en estas vacaciones está en el Museo de la Ciudad, ubicado en la García Moreno y Rocafuerte. Se ofertarán dos cursos: fotografía y museos y patrimonio. Se recibirán a 30 jóvenes entre 12 y 18 años.

Alexandra De la Torre, quien es facilitadora en el Mundo Juvenil, asegura que es importante esos cursos ya que ayudan a que los niños desarrollen la motricidad propia de su edad.

Además, se desarrollarán 21 colonias vacacionales en San Marcos, San Diego, Toctiuco, La Tola y San José de Monjas, desde el 28 de julio al 8 de agosto. Se enseñarán juegos tradicionales como las rondas.

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