Más de 1000 personas marcharon este 23 de septiembre del 2015 hasta el Viceministerio de Acuacultura y Pesca, en Manta, para dialogar con las autoridades. Foto: Patricio Ramos / EL COMERCIO
Por las calles céntricas de Manta, 1 500 personas, entre armadores pesqueros, tripulaciones de barcos de madera y sus familiares, marcharon con dirección a las instalaciones del Viceministerio de Acuacultura y Pesca, en el centro de la urbe. Todos pedían ser atendidos por las autoridades en esta ciudad de Manabí, en la costa de Ecuador.
“Nos hemos concentrado personas de Esmeraldas, Santa Elena, Guayas y Manabí para insistir que se nos deje pescar en la zona de las ocho millas desde el filo de la costa hacia mar adentro”, comentó Alfonso Vélez, armador pesquero de Jaramijó, en Manabí. “Nuestros barcos son de madera y las autoridades nos tienen clasificados en la categoría de naves industriales, por eso cuando una de nuestras embarcaciones es encontrada pescado en la zona de las 8 millas que dicen que es solo para pesca artesanal, capturan el barco, llevan preso al capitán y hasta nos cobran multas”, dijo.
Desde Porsoja arribó Manuel Romero. “Hemos pedido reuniones con las autoridades de pesca pero no nos hacen caso, por eso optamos por llevar a las calles nuestra protesta, son 300 barcos del país con redes de cerco los que estamos impedidos de pescar en la zona de las ocho millas”, afirmó.
Para Elizabeth Echanique, de Esmeraldas, las 20 000 personas que viven de la pesca con redes de cerco en barcos de madera están cansados que se los trate como delincuentes.
Este Diario pidió una entrevista con autoridades del Viceministerio, pero pasado el mediodía de este 23 de septiembre no hubo respuesta. A varios armadores pesqueros se les permitió el ingreso a las instalaciones de la institución para mantener una reunión con las autoridades respectivas.
En la zona de las ocho millas solo pueden operar los pescadores artesanales que se movilizan en lancha de fibra de vidrio y tienen artes de pesca como anzuelos y pequeñas redes.