Manta fija un plan para la extracción de arena

En El Murciélago, a inicios de octubre, se retiraron unos 900 m³ de arena para limpiar la zona turística. El Municipio reconoció que esa extracción no se hizo con estudios previos. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO y Cortesía del Municipio de Manta

En El Murciélago, a inicios de octubre, se retiraron unos 900 m³ de arena para limpiar la zona turística. El Municipio reconoció que esa extracción no se hizo con estudios previos. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO y Cortesía del Municipio de Manta

En El Murciélago, a inicios de octubre, se retiraron unos 900 m³ de arena para limpiar la zona turística. El Municipio reconoció que esa extracción no se hizo con estudios previos. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO y Cortesía del Municipio de Manta

El Municipio de Manta busca apoyo interinstitucional para mejorar el control de las actividades de extracción de la arena de mar en sus playas.

Actualmente, el Cabildo otorga a personas naturales y empresas los permisos para que realicen este procedimiento, con la condición de que detallen los fines para los que será utilizada. El Municipio reconoce que este requisito no se cumple y la remoción de arena continúa ante la preocupación de los moradores.

En 2016 se retiraron 15 657 m3 de arena, según el Municipio. De hecho, el Cabildo quita lo que denomina excedentes de arena para adecentar los balnearios, pero el vicealcalde Eduardo Velázquez reconoce que no se realizan estudios previos a esa acción.

La última de esas extracciones fue a principios de octubre. Unos 900 metros cúbicos (m³ ) de arena fueron retirados de las playas de San Mateo y de El Murciélago. El objetivo fue limpiar las playas, por un pedido de los comerciantes de la zona. Pero, según el Cabildo, solo 70 m³ debían removerse.

Fernando Cedeño, comerciante de El Murciélago, señaló que el pedido se hizo para que se arreglara el malecón. Pero dice que no se imaginaron que eso implicaría “una afectación en más de 5 km de la playa de El Murciélago”.

Brenda Terán, directora municipal de Turismo, indicó que se retiró la arena sucia (70 m³) y lo demás (830 m³) fue entregado a los conductores de las volquetas, como una compensación a sus jornadas de trabajo (tres días).

Uno de los conductores señaló que la arena se vendió a una constructora local. “No sabemos para qué la van a utilizar. Pero sé que primero le hacen un tratamiento para quitarle la sal”, señaló.

El Vicealcalde de Manta señaló que cuando el Municipio extrajo arena se cometieron equivocaciones. Una de esas fue la falta de estudios topográficos, ya que debía adjuntarse una obra de remediación. “La arena no se debía entregar a los dueños de las volquetas, porque no sabemos cómo la utilizarán”, indicó.

Por estas razones, desde este mes el Municipio de Manta iniciará acercamientos con los ministerios de Ambiente y de Turismo, y con la Secretaría de Gestión de Riesgos, para que se sumen a los controles del uso de la arena.

“Debemos revisar todo lo que estamos haciendo mal... El terremoto nos dejó la experiencia de que utilizar materiales ina­decuados en la construcción es altamente peligroso”, dijo Velázquez. De acuerdo con el Municipio, más de 2 000 viviendas se afectaron en Manta por el terremoto del 16 de abril del 2016.

Asimismo, el Concejo Municipal debatirá que en el presupuesto del 2018 se incluyan los recursos para realizar un estudio que determine si la remoción de la arena causa o no un impacto ambiental.

La idea del Cabildo es que se regule esta actividad en todos los balnearios del cantón. También quiere evitar que este componente se utilice para la edificación de cualquier infraestructura.

El constructor Rogelio Bermúdez opina que la arena que se extrae de la playa contiene cloruro de sodio (sal), que ocasiona que los materiales se erosionen y que las construcciones pierdan consistencia. Además, la sal hace que la humedad y los hongos se absorban rápidamente en las paredes.

Un informe del Colegio de Arquitectos de Manabí dice que antes del sismo, las personas que vivían en la franja costera usaban arena en las construcciones por el bajo costo.

Un m³ de arena de playa se vende entre USD 1 y 1,50. Ese es el valor que cancelan las empresas al Municipio de Manta, por la autorización para extraer el material en las playas.

Es decir, que el material que transporta una volqueta con capacidad para 6 m³ puede costar entre USD 6 y 9. Mientras que el metro cúbico de arena limpia cuesta hasta USD 30.

Ovidio Loor, presidente de la Federación de Barrios de San Mateo, dijo que en varios sectores de esa comuna, las personas aún construyen con arena de mar porque no tienen recursos para otros materiales.

De hecho, San Mateo es una de las playas en las que más se extrae arena en el cantón. Eso, debido a que no todas las volquetas que ingresaron a la playa tenían la autorización municipal.

La moradora Carmen Loor afirmó que al menos una vez al mes entran más de 10 volquetas a la playa. “Hemos tratado de frenar la actividad”.

Velázquez señaló que la extracción no es mala si se efectúa correctamente. En los muelles como el de San Mateo, por ejemplo, debe realizarse para el desembarco de lanchas pesqueras.

En contexto

En el 2016, el Cabildo de Manta emitió una ordenanza para que se regule la construcción de las viviendas en el cantón, tras el terremoto de ese año. Esta normativa prohíbe el uso de la arena de mar para la edificación de cualquier tipo de infraestructura.

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