En Manabí, las casas construídas por el Miduvi recibe críticas
Redacción Ecuador
El candente sol que domina el ambiente en Manabí pone a prueba la funcionalidad de las casas construidas con el Bono de la Vivienda entregado por el Gobierno.
Monserrath Macías, vecina de El Aromo (sureste de Manabí), comenta que los techos bajos, paredes delgadas de ladrillo y ventanas angostas hacen que en el interior el calor se más intenso. “Hay días que es insoportable y se debe buscar cualquier pretexto para salir a la calle”.
Ella, desde que amanece, acostumbra a abrir de par en par las puertas y las ventas. “Eso hace que circule viento adentro y se refresque en algo el ambiente”.
Maribel Montes vive en La Sierrita, en una casa que la levantó con el Bono de la Vivienda. El sitio está rodeado de maleza y árboles, y en cada invierno se inunda.
La estructura fue construída a ras de piso. “Es un error, porque cuando llueva, el agua se entrará”, comentó Montes. Ella recordó que le sugirió al constructor que coloque unos pilotes, pero nunca tuvo una respuesta.
En el recinto Sosote, del cantón Rocafuerte, Manuel Vélez, aspira a que su casa que la construyó con el Bono no se convierta en una piscina. Él y sus vecinos también pidieron a los encargados de la obra que levante las viviendas sobre pilotes. “Por más de una vez nos dijeron que el dinero no les alcanzaba para ese diseño”.
El constructor manabita, Rubén Moreira, coincide en que en ese sector las casas se deben edificar sobre pilotes. Con más razón si está constantemente amenazado por el desbordamiento del río Portoviejo.
La provincia tiene abundantes terrenos en medianas y bajas pendientes. Por esa razón, para Moreira, lo más recomendable es construir casas sobre columnas de hasta 3 metros de altura.
Por costumbre, los campesinos utilizan la parte baja de las casas para guardar aparejos, herramientas de trabajo, productos y hasta los caballos.
La parte alta la utilizan para adecuar los dormitorios, la sala y el comedor. Según Vélez, con la casa que tenía antes estaba seguro de que sus electrodomésticos están a buen recaudo.
“Aquí es muy común que los ríos se desborden, por eso hay que dejar un espacio entre la casa y el piso, para que el agua corra y no cause daños”, agregó.
Hay otro cuestionamiento: la arquitectura de las casas construidas con el Bono de la Vivienda no están en armonía con el entorno de la zona rural de Manabí.
Para Moreira, era necesario darle un acabado natural al ladrillo. En la mayoría de las viviendas solo se enlucen las fachadas, las paredes laterales no están recubiertas. Allí se observan los ladrillos y las columnas de cemento.
“En los casos donde los presupuestos son limitados, los profesionales de la construcción no pueden ofrecer mejores terminados”, comenta Medardo Briones, presidente de la Cámara de la Construcción de Portoviejo.
En el cantón Sucre también hay inconformidad por las casas. El pasado fin de semana, habitantes de los sitios Charapotó, San Clemente, San Jacinto, Leonidas Plaza y San Isidro se reunieron en el local de la liga cantonal.
Allí, Alfredo López, director del Miduvi en Manabí, dijo que la entidad inició procesos legales en contra de los profesionales que ha incumplido con los contratos.
El funcionario informó que se levantará un informe de las casas que se construyeron en la provincia con ayuda del Miduvi, para analizar caso por caso.