Un agricultor de Tosagua (Manabí) perdió una parte de su producción de maíz, por la falta de lluvias. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
La escasez de lluvias en abril del 2018 afectó a más de un tercio de los cultivos de maíz de Manabí. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) informó que se reportaron daños en más de 30 000 hectáreas.
Los agricultores de Paján, Jipijapa, Rocafuerte y Tosagua cuentan que sus terrenos se tornaron áridos. Luego, las plantas comenzaron a amarillarse, por lo que cosecharon antes de tiempo, dice el agricultor Roberto Cedeño, del sitio Los Corrales, en Tosagua.
La siembra comenzó a fines de enero para una parte de los agricultores y en febrero para el resto, con las lluvias más fuertes. El director del MAG en esa provincia, Sandro Vera, asegura que quienes sembraron en febrero tienen más problemas.
Eduardo Vélez indica que las pérdidas se reflejarán en una menor producción y en las ganancias. Por ejemplo, él esperaba que sus 2 hectáreas generaran 100 quintales, pero consiguió 80 en la cosecha de abril del 2018.
En la comercializadora le pagaron USD 12,50 por el quintal, porque llegó con un 26% de humedad. En otros casos, el grano llega con un 30% y solo pagan 10, según los agricultores. El precio oficial del quintal está entre USD 15,75 y 17,20.
En su primera cosecha solo salvó una inversión de USD 1 000. Con ese capital empezó esta semana otro ciclo de siembra, en 4 hectáreas de la vía Chone-Tosagua.
Por esa situación, el MAG proyecta que este año la producción de la provincia será de 220 000 toneladas; el año pasado fueron 420 000. Manabí tiene 72 606 hectáreas de maíz duro, según el MAG.
La aseguradora Sucre, que cubre a los cultivadores de maíz, realiza inspecciones para determinar las pérdidas.
Además de maíz hay afectados en cultivos de arroz, café, cacao y plátano en Paján, Jipijapa, Rocafuerte y Tosagua, que suman 2 000 hectáreas más, indica Sandro Vera.
De las 54 519 hectáreas afectadas en todo el país (todo tipo de cultivos),45 392 tuvieron daños en abril. La mayoría corresponde a maíz y arroz de Manabí y Guayas. También hubo problemas en Loja, Los Ríos y El Oro.
En las demás provincias
La tierra de los guayacanes sufre por falta de lluvias. En Mangahurco, parroquia rural del cantón Zapotillo (Loja), el suelo reseco impide el crecimiento de los cultivos.
“No solo es la siembra, que ya se perdió. También están afectados los ganados vacuno y caprino. La gente está preocupada y lo está vendiendo, porque no hay otra alternativa”, explica Osman Romero, presidente del gobierno parroquial.
La sequía se acentuó en abril, uno de los meses más secos en los últimos 30 años, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
El MAG informó que 4 037 agricultores de Loja están asegurados. A través de AgroSeguro podrán recuperar los costos, pues el subsidio es del 60% del valor, sin impuestos.
Efrén Vidal, director provincial agropecuario, explicó que ya empezaron las inspecciones para aplicar el seguro.
La sequía se extiende hacia el cordón fronterizo de El Oro. En Arenillas, las lluvias ligeras recién empezaron en esta semana, pero llegaron tarde. Los cultivos de ciclo corto, de limón, maracuyá, pimiento y maíz ya se marchitaron.
A fines de abril, la Prefectura de El Oro empezó a construir albarradas. Los reservorios, de entre 4 y 5 metros de profundidad, son habilitados para bombear agua a las plantaciones.
Jihnson Jaén, presidente de la junta parroquial de Palmales, dice que la zona es una de las mayores productoras de limón del país. “De aquí se envía el producto a Guayaquil, Cuenca, Quito y otras ciudades”.
Los arroceros de Guayas (en los cantones Yaguachi, Salitre y Samborondón) y de Los Ríos (de Montalvo hacia el sur) también avizoran pérdidas. Javier Chon, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador, calcula que 21 000 hectáreas están afectadas, de un total de 142 000
sembradas en invierno.