Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). FOTO: EFE/ Jorge Torres
La madre de un universitario asesinado en el municipio de Estelí, norte de Nicaragua, durante las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, clamó este sábado justicia para su hijo, en el primer aniversario de su fallecimiento.
Francisca Valdivia, madre del universitario Franco Valdivia, muerto de un disparo el 20 de abril de 2018 y cuyo cuerpo, junto al del también universitario Orlando Pérez, fueron exhumados para determinar las causas de muerte, dijo a periodistas que un año después no hay nadie detenido, procesado, ni condenado por su muerte.
“Un año que no tenemos justicia. No hay ninguna persona detenida en el caso del asesinato de mi hijo”, reprochó la mujer, que preside la Asociación de Madres de Abril.
Aseguró que va a seguir en la lucha hasta obtener justicia por el asesinato de su hijo, que estudiaba tercer año de derecho y dejó en la orfandad a una niña de cinco años.
Según el abogado y militar retirado Francisco Ortega y que participó en la autopsia, tanto Valdivia como Pérez recibieron disparos certeros de “alguien que sabía disparar muy bien”.
“El disparo, en el caso de Franco, fue un único disparo certero en la ceja izquierda”, explicó entonces Ortega, un abogado con especialidad en medicina forense que fue contratado por la familia de Valdivia.
“Fue un orificio único sin salida. El disparo viajó de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, es decir, de alguien que está frente a la Alcaldía (de Estelí, administrada por los sandinistas) o en la cuadra de la Alcaldía”, indicó entonces.
“Estaba de cierta altura el que disparó”, detalló el experto, quien observó que justamente el edificio de la Alcaldía de Estelí es de dos plantas.
Asimismo, sostuvo que los disparos fueron hechos por alguien que sabía disparar muy bien, porque no son disparos de advertencia, ni de herir, ni de inmovilización, sino de “disparos a matar”.
En el caso de Orlando Pérez, estudiante de ingeniería ambiental, hijo de un exguerrillero sandinista y exmayor del Ejército de Nicaragua, también murió en las mismas circunstancias ese mismo día, según ese abogado, quien no descartó que ambos jóvenes hayan sido asesinados por la misma persona.
La madre de Valdivia consideró que las autoridades de Estelí “saben quienes fueron los asesinos” de su hijo y del otro joven.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 568 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.