Dos siglos después la crítica le hace justicia y Luis Meléndez llega a Washington como el mejor pintor en naturalezas muertas que ha tenido España en todos los tiempos. Bajo la sombra de Francisco Goya, el artista vivió para esperar convertirse en el pintor asalariado de la monarquía, pero ésta no lo quiso.
Sus frustraciones las plasmó en frutas, vegetales, pan y vino. Les dio un color y una luz tan intensa que parecen fotografías de alta resolución y bajo esos lienzos, las pruebas de rayos X muestran que están los nobles que lo desdeñaron.
Hasta agosto, la Galería de arte Nacional mantendrá abierta la muestra de lo que el ensayista Peter Cherry llama en el catálogo, “las frutas de sus fracasos, las cuales están entre las más brillantes nunca antes pintadas”