El movimiento de los negocios en Loja se ha incrementado tras la llegada de los peregrinos y turistas, para visitar a ‘La Churona’. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO
La música de las bandas de pueblo en los exteriores de la Catedral de Loja, alegra a los romeriantes y lojanos que llegan para venerar a la Virgen de El Cisne. La imagen llegó a esta ciudad, ubicada en el sur del Ecuador, la tarde del miércoles 20 de agosto de 2014.
Lo hizo en hombros de los peregrinos que la trasladaron. Fueron cuatro días caminando 74 kilómetros desde su Santuario.
Desde este jueves 21 de agosto, las familias de devotos ingresan a la Catedral lojana con velas como un agradecimiento por los favores recibidos. Otros le rezan pidiendo salud, trabajo….
En la misa de las 11:00 de este jueves 21 de agosto, el exobispo de Loja, Hugolino Cerasuelo, pidió a los files que sigan venerando a la Virgen María en la advocación de El Cisne. En su sermón destacó varios milagros que palpó cuando fue autoridad eclesiástica en Loja en el 2002.
A las afueras de la Catedral, los vendedores de reliquias arman sus puestos para ofrecer sus productos a los romeriantes. Son 35 puestos que ofrecen estampas, rosarios, reliquias y libros religiosos.
Para ubicar a los vendedores se cerró el paso vehicular por la calle Bernardo Valdivieso, que está frente a La Catedral. Los vendedores ambulantes también ofrecen golosinas como frutas, espumillas, caramelos y chifles.
Para Lucía Armijos, propietaria de un almacén de ropa, ubicado en la calle 10 de Agosto, hay una gran afluencia de peregrinos. “Hasta la semana anterior había poco movimiento en este lugar”.
Los controles de la Policía se incrementaron. Los uniformados que realizan recorridos a pie con el propósito de vigilar los espacios por donde hay concurrencia de peregrinos.