Rio de Janeiro, ANSA
Tres días después de la caída del avión de Air France en el mar brasileño las autoridades aún confían en hallar sobrevivientes, lo que anima las esperanzas de los familiares de las 228 víctimas, pero hasta el momento el único rastro son pedazos de fuselaje y una mancha de aceite de 20 kilómetros.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) anunció que la tripulación del avión rastreador R-99 vio flotando en el Oceáno Atlántico, a unos 650 kilómetros de tierra firme, un pedazo de fuselaje del Airbus de 7 metros de extensión, 10 pedazos de objetos metálicos y una mancha de aceite de 20 kilómetros de extensión.
Las búsquedas se realizan en un área de 10.000 kilómetros cuadrados en torno al diminuto archipiélago rocoso de Sao Pedro Sao Paulo, extremo noreste de Brasil a 800 kilómetros de la costa.
“Lo más importante es que encontramos un pedazo metálico de 7 metros que puede ser de un ala o del fuselaje” , dijo el portavoz de la Fuerza Aérea, coronel Jorge Amaral.
Hoy llegó a la zona donde desde el aire se detectaron el martes los restos -una butaca, un chaleco salvavidas y pedazos metálicos- la patrulla Grajaú de la Marina brasileña. Pero el barco no encontró hasta la noche de este miércoles los restos en el mar.
Si bien el avión cayó el domingo por la noche, madrugada del lunes en Europa, por causas aún desconocidas -la caja negra que solucionaría esta cuestión puede estar sumergida a unos 3000 metros de profundidad- las autoridades no descartan encontrar sobrevivientes.
La expectativa es porque aún no fue determinado si el avión explotó en el aire cuando atravesaba lo que los especialistas llamaron una “barrera de hielo” en la ruta Rio de Janeiro-París, una fuerte tormenta de granizo cuando se disponía a atravesar el Atlántico en dirección a Africa.
La Aeronáutica investiga si el piloto del vuelo AF 447 cambió la altitud de la ruta antes de ingresar a la zona climática intratropical desde donde cayó al Atlántico.
Fuentes militares brasileñas informaron que el avión en cuatro minutos entre las 23.20 y las 23.14 del domingo hora brasileña envió las alarmas automáticas al centro de operaciones de Air France en París y a Airbus del apagón en el sistema eléctrico y piloto automático.
En París, el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis para la Seguridad Civil francesa (BEA) , Paul Arslanian, dijo hoy que la investigación será “larga y difícil” , y admitió la posibilidad de que las cajas negras no sean halladas.
En tanto, el portavoz de la Marina, contraalmirante Sávio Nogueira, afirmó que tiene “esperanzas” de encontrar sobrevivientes.
“La Marina trabaja siempre con la posibilidad de encontrar sobrevivientes sean cuales sean las condiciones” , explicó Nogueira.
“Como no se sabe el origen del accidente, se buscan mayores indicios para poder dar una afirmación cierta. Lo que nos alimenta es la esperanza de hallar sobrevivientes” , aseguró el oficial ante Globonews.
Las búsquedas serán reforzadas por un avión radar Awac de las Fuerzas Armadas de Francia.
Mientras tanto, en Rio de Janeiro familiares de parte de las víctimas -56 pasajeros y un tripulante eran brasileños- confían en un milagro en aguas que no causan hipotermia, dado que se encuentran entre 28 y 30 grados de temperatura.
El ministro de Defensa, Nelson Jobim, destacó que la responsabilidad de recuperar la caja negra del Airbus A330-200 es del gobierno francés, y que la prioridad de Brasil es recoger los restos de la aeronave y rescatar cuerpos de las víctimas.
Jobim garantizó que la hipótesis de atentado como causa de la tragedia, mencionada especialmente en Francia, no fue analizada en Brasil.
El ministro afirmó además que la tesis de que el piloto intentó acuatizar no puede ser comprobada.
“Son hipótesis. No hay ninguna conclusión. Queremos trabajar con datos y esos datos solo estarán a disposición luego de ser elaborado un informe de lo ocurrido” , completó.
También negó que aviones que participan de los trabajos de búsqueda hallan localizado cuerpos de las víctimas.
Los familiares contaron a la televisión que al hotel llegó un hombre que los contactó y les comentó que la Fuerza Aérea había rescatado a personas con vida en alta mar.
“Hubo júbilo, emoción, todos nos pusimos contentos, volvimos a vivir, pero lo que dijo esa persona fue una mentira de mal gusto que nos dejó peor de lo que estamos” , contó el abogado Nelson Faria Marinho, de 66 años, padre de un pasajero.
El hijo de Faria Marinho viajaba hacia Angola desde Rio de Janeiro e iba a realizar una conexión en París.
“Tenemos esperanzas de encontrar a nuestros seres con vida.hijo hizo un curso de supervivencia en el agua. Si él tiene una chance, él está vivo y ayudando a otras personas. Vamos a seguir creyendo hasta que nos demuestren lo contrario”, comentó.