Los residentes observan las inundaciones del río Masachapa luego del paso de la tormenta tropical Nate en la ciudad de Masachapa, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Managua el 5 de octubre de 2017. Foto: AFP
La tormenta tropical Nate descargó intensas lluvias en Centroamérica, donde diez personas murieron y al menos 23 desaparecieron en Costa Rica y Nicaragua, que sufrieron devastación en viviendas, puentes y carreteras, informaron este jueves las autoridades.
El país más afectado con la tormenta que inició el miércoles,4 de octubre, fue Costa Rica, donde seis personas murieron y al menos 15 desaparecieron, mientras que Nicaragua registró tres muertos y 11 desaparecidos por el paso de Nate.
El gobierno costarricense decretó emergencia nacional para agilizar la liberación de fondos, ordenó la suspensión de clases en todas las escuelas del país y dio asueto a los servicios públicos no esenciales, mientras los cuerpos de socorro se desplazaban por todo el territorio para atender emergencias.
“La emergencia nacional rige para todo el país, esperamos que nos permita gestionar de manera más rápida la atención” del desastre natural, dijo a periodistas el presidente Luis Guillermo Solís.
Las inclemencias son provocadas por la tormenta tropical Nate en el Caribe, que en la tarde de este jueves se ubicaba frente a la costa de Honduras, con rumbo al golfo de México donde podría convertirse en huracán, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
La tormenta avanza con rumbo norte y podría fortalecerse a huracán al llegar al Golfo de México, según Fallas.
Los aguaceros provocaron escenas dantescas de árboles arrancados de raíz, puentes colapsados, carreteras convertidas en ríos y casas inundadas.
Las víctimas fatales incluyen a dos trabajadores agrícolas nicaragüenses, de 21 y 23 años, que vivían en una finca en la localidad oriental de Llano Grande de Cartago, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica.
La policía judicial precisó que una niña de tres años murió en la localidad montañosa de San Marcos de Tarrazú, mientras una mujer de 51 años falleció cuando un árbol cayó sobre su casa. A su vez, un hombre de 36 años murió en su carro al caerle encima un árbol y la última víctima fatal, de 37 años, pereció al chocar su moto con un árbol.
El OIJ investiga una séptima víctima fatal, un menor de 13 años en el Pacífico sur que inicialmente no fue confirmada.
Entre los desaparecidos figuran los tripulantes de dos embarcaciones pesqueras que naufragaron en medio de fuertes oleadas en el Pacífico.
Al menos 18 rutas nacionales fueron totalmente cerradas y otras 13 estaban con paso regulado, según el Ministerio de Obras Públicas y Transporte.
Impacto en Centroamérica
En Nicaragua se registraron cuatro muertos, ocho desaparecidos, 564 casas anegadas y 14 comunidades aisladas, según la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.
“Tenemos afectaciones en todo el país (…), son afectaciones severas”, declaró Murillo a medios oficiales. El gobierno nicaragüense ordenó la suspensión de clases en todo el país.
Previamente había informado de 11 desaparecidos, pero uno de ellos murió y otros dos fueron localizados, según Murillo.
En Honduras, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) declaró alerta amarilla en 10 departamentos y verde en los restantes ocho, mientras el país se prepara para el impacto de la tormenta Nate.
En tanto, en Guatemala 347 viviendas resultaron dañadas por las lluvias, mientras el gobierno declaró alerta amarilla por la posible intensificación del mal tiempo, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
Más de 90 albergues fueron habilitados en Costa Rica y ya hay más de 5 000 personas que debieron abandonar sus casas por inundaciones o riesgo de deslave, indicó Iván Brenes, director de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) .
Los cantones sureños de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus quedaron aislados por la inundación de las rutas de acceso, señaló Brenes.
La CNE dijo que ha recibido más de 8.700 reportes de incidentes por inundaciones, deslizamientos y fuertes oleajes en el Pacífico.
“Las lluvias van a continuar, los suelos están saturados y persiste el peligro de terraplén o crecidas de ríos”, adelantó Brenes, al llamar a la población a mantenerse atenta a los riesgos a su alrededor y acatar los llamados a evacuar.
El gobierno alertó a la población a tomar precauciones por la posibilidad de que cocodrilos que viven en ríos costeros se acerquen a las casas por las crecidas de los afluentes.
El fenómeno se produce antes del partido entre Costa Rica y Honduras por la clasificatoria de Concacaf al Mundial de fútbol Rusia-2018. La Federación Costarricense de Fútbol dijo que está en discusiones con la FIFA para decidir si se aplaza el encuentro.
La Federación suspendió la próxima fecha del campeonato local de fútbol, programada para el fin de semana.