El 16 de julio de 2019, miembros de una familia india están en la cima de una choza en la zona afectada por la inundación en Hatishila, en el distrito de Kamrup, estado de Assam, India. Foto: AFP
Cerca de 200 personas murieron en el sur de Asia debido a las inundaciones y aludes provocados por las lluvias torrenciales del monzón, según un nuevo balance este martes 16 de julio del 2019 de las autoridades de los países afectados.
El monzón, que afectas a este subcontinente desde junio hasta septiembre, es esencial para la irrigación de cultivos y el almacenamiento de agua que necesitan los habitantes de India, Bangladés, Pakistán y Nepal, y que constituyen un quinto de la población humana. Pero cada año, las lluvias son acompañadas también de su muerte y destrucción.
“Comunidades enteras están aisladas del mundo por la crecida de las aguas, lo que aumenta los riesgos de que la gente sufra hambre o se enferme”, advirtió Xavier Castellanos, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Cerca de un tercio de Bangladés, en un delta y surcado por cientos de ríos y poco elevado, se encuentra actualmente bajo el agua, declaró a la AFP Arifuzzaman Bhuyan, del centro de prevención de inundaciones y alerta de ese país.
Un hombre saca lodo de su casa después de las fuertes lluvias monzónicas en el valle Neelum, cerca de la Línea de Control en Cachemira controlada por Pakistán el 16 de julio de 2019. Foto: AFP
Por lo menos 14 ríos, entre ellos el Brahmaputra, salieron de su cauce y superaron los niveles considerados como peligrosos, precisó.
Hasta el momento, el monzón costó la vida de 44 personas en este país de 160 millones de habitantes.
En 1998, en ocasión de una de las peores inundaciones en Bangladés, cerca del 70% del país quedó bajo el agua.
Pedido de ayuda
En Nepal, murieron al menos 78 personas y 16 000 familias fueron evacuadas debido a las inundaciones.
El nivel del agua comenzó a bajar, pero los socorristas continúan evacuando en botes neumáticos a familias bloqueadas en los tejados de sus casas.
Los residentes paquistaníes caminan a lo largo de una calle inundada después de las fuertes lluvias monzónicas en Lahore el 16 de julio de 2019. En la Cachemira administrada por Pakistán, las autoridades dijeron que al menos 23 personas murieron luego de fuertes lluvias. Foto: AFP
“La planta baja de nuestra casa quedó completamente sumergida”, contó a la AFP Rajaram Yadav, un habitante de 45 años de un distrito fronterizo con India.
Los expertos sanitarios señalan riesgos de epidemias y lanzaron un llamado a la ayuda internacional.
En India, las lluvias monzónicas causaron la muerte de 50 personas, sobre todo en los estados de Bihar y Asam, en el norte y noreste del país.
Las autoridades de Asam decretaron la alerta roja frente a las inundaciones, que dejaron por el momento once muertos y 83 000 desplazados.
En Bihar, las inundaciones que afectan a 2,5 millones de habitantes dejaron por el momento 25 muertos.
En Bombay, la capital económica del país, siete personas murieron el martes y más de diez están desaparecidas tras desplomarse un edificio de varios pisos, anunciaron las autoridades locales.
La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres de la India y el personal de la brigada de bomberos rescatan a un sobreviviente después de que un edificio colapsara en Bombay. Foto: AFP
El accidente se produjo tras fuertes lluvias en el barrio de Dongri, al sur de la megalópolis. Según un habitante, la estructura del edificio tenía mas de un siglo, y en su interior vivían una decena de familias, pese a su mal estado.
Los derrumbes de inmuebles y estructuras mal construidos o carentes de mantenimiento son frecuentes en el período del monzón.
A principios de mes, 22 personas murieron en Bombay al desplomarse un muro a causa de las lluvias monzónicas.
El domingo 14 de julio, el derrumbe de un edificio causó la muerte de 14 personas, 13 de ellas soldados, en Himachal Pradesh, un estado montañoso.
Más al norte, en el sector paquistaní de Cachemira, murieron 23 personas y 120 viviendas sufrieron daños.
La ONU declaró el lunes 15 de julio que estaba preparada para aportar su ayuda a las autoridades de los países afectados.