Los usuarios deben cumplir varias reglas para usar la pista. Deben usar calzado apto para trotar, no deben rayarla, no ingresar con alimentos, bicicletas, mascotas ni vehículos motorizados. Foto: Mario Alexis González/ EL COMERCIO
Unas 30 personas hicieron deporte en la recién inaugurada pista atlética del parque La Carolina, la mañana de lunes, 7 de marzo del 2016. La lluvia y el frío con el que amaneció la capital no impidieron que las personas disfruten del nuevo espacio y hagan ejercicios.
La pista de 500 metros fue inaugurada el sábado pasado por el alcalde Mauricio Rodas y varias figuras del atletismo local y nacional. Hoy, en su tercer día de funcionamiento la pista ya tiene sus clientes fijos.
Uno de estos es Carlos Sandoval. El quiteño de 29 años quiere correr la media maratón de Quito por primera vez este año. Para esto, el estudiante de arquitectura y diseñador gráfico entrena todos los días. Este lunes fue su tercera práctica en la pista de trote de La Carolina. Corrió el sábado por la tarde, el domingo en la mañana y este lunes temprano.
Sandoval aplaude esta obra. Lleva seis años corriendo en distintos puntos de la urbe y asegura que “algo así faltaba”. “Me puse a leer y a investigar y tarde o temprano correr sobre asfalto te afecta a las rodillas y los tobillos. La pista es suave”, dijo.
Rosa Checa tiene 60 años. Es jubilada y desde hace un año camina todos los días en este parque del norte de Quito. Hoy lo hizo por primera vez en la pista atlética. “Una se motiva, se siente hasta profesional”, dice la oriunda de Latacunga mientras sonríe y realiza ejercicios de estiramiento en una banca que está a un costado de la pista que tiene 500 metros de longitud.
Dos personas de seguridad cuidan la pista. Los usuarios deben cumplir varias reglas para usarla. No deben rayarla, deben usar calzado apto para trotar, no ingresar con alimentos, no ingresar con bicicletas, mascotas ni vehículos motorizados. Hasta las 08:00 no se registraron inconvenientes con usuarios por el incumplimiento de estas normas.
Laura Cortez terminó extenuada luego de tres vueltas a la pista. Ella tiene una idea y recomienda al Municipio trabajar en ella. La quiteña piensa que un puesto de fruta y jugos sería perfecto en las cercanías de la pista. “Un jugo de naranja luego de trotar y nos podemos ir tranquilos”, dice.