El aguacero del miércoles fue el más intenso registrado en un mes de mayo en Guayaquil, en los últimos 14 años.
Aunque ese día también llovió en otras zonas del Litoral, el aguacero más intenso lo soportaron Guayaquil y su cantón vecino Durán.
Pese a que Durán soportó la precipitación más intensa, unos 120 milímetros de agua por metro cuadrado, los estragos se sintieron más en Guayaquil. En el Puerto Principal, la estación de monitoreo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) instalada en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo registró 92 milímetros de agua.
Raúl Mejía, coordinador en Guayaquil del Inamhi confirmó que desde el 2000 no había llovido en la urbe con tanta intensidad en un mes de mayo. “La lluvia del miércoles fue también la más intensa en lo que va del presente año”, acotó el meteorólogo.
La tempestad estuvo acompañada de una tormenta eléctrica, la que provocó una serie de apagones en diferentes sectores de Guayaquil y de otros cantones. Mejía explicó que las tormentas eléctricas las propició “un calentamiento importante, tanto en el suelo como en el mar, en el área del Golfo de Guayaquil”. El técnico descartó que el fuerte aguacero guardara alguna relación con una probable llegada de un nuevo fenómeno de El Niño. “Hay otros factores que se alinean para configurar un evento de El Niño en fase de desarrollo, no se pueden relacionar”.
El aguacero del miércoles dejó cuatro muertos, según las autoridades, y serios daños en sectores del norte y noroeste.
El gobernador del Guayas, Rolando Panchana, señaló ayer que el temporal dejó dos menores de edad ahogados y dos adultos reportados como electrocutados. Descartó de momento la muerte de un adulto mayor que vecinos de la Cooperativa Bella Visión, en el noroeste, denunciaron.
En el bloque 1 del sector El Fortín, también en el noroeste de la ciudad, los padres de los hermanos Janiel y Ariana Venegas lloraban la pérdida de los niños. El pequeño Janiel, de dos años, fue arrastrado por la fuerza del agua que avanzó por un estero. Su cuerpo fue hallado aproximadamente a 500 metros de donde desapareció. Los vecinos del sector lo encontraron a las 22:00, atrapado en una malla de protección de un ducto cajón construido por el Municipio de Guayaquil.
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Hasta el cierre de esta edición, buzos de los grupos de Intervención y Rescate, y de Operaciones Especiales de la Policía, acompañados de infantes de Marina, peinaban el cauce del estero para encontrar a Ariana, de ocho meses.
El niño era velado hasta la tarde en la casa de sus abuelos, una vivienda de cemento levantada junto al canal desbordado. “¡No pude hacer nada, se me aflojaron mis hijos!”, sollozaba la madre de los menores, aferrada a su esposo.
El canal desbordado provocó daños en al menos ocho viviendas del bloque 1 de El Fortín. Los vecinos barrían por la mañana el lodo y los escombros que la correntada descargó sobre sus viviendas. Allí, luego de hacer un reconocimiento de los daños, el Gobernador les recordó que las casas asentadas a lo largo del estero debían ser desalojadas, porque implicaban un riesgo para los moradores. Según Panchana, hasta el mediodía de ayer se confirmaron 40 casas afectadas en sus estructuras y otras seis destruidas.
Junto al estero, que por la mañana ya había bajado su caudal, el Ministerio de Salud instaló una carpa de atención prioritaria para los perjudicados.
La Coordinación en Guayas del Ministerio de Inclusión Económica y Social señaló en un reporte que 31 familias de Guayaquil y Durán fueron atendidas entre la noche del miércoles y ayer con raciones alimenticias, vestimenta y artículos para la cocina, aseo personal y colchones.
Planteles afectados y clases suspendidas
El intenso aguacero tuvo repercusiones en el sector educativo. La Subsecretaría de Educación de Guayaquil ordenó la suspensión de clases para los alumnos de todos los niveles de los distritos Los Vergeles y Monte Sinaí, ambos en el noroeste de la ciudad.
Las clases se mantienen suspendidas hasta hoy.
Betty Muñoz, directora distrital de Educación de Los Vergeles, indicó que la suspensión se debe a que algunas instalaciones se inundaron. Las más afectadas fueron la Unidad Educativa Los Vergeles y la Escuela República de Filipinas.
En la primera se acumuló el agua en los patios y canchas.
En Monte Sinaí, uno de los más afectados fue el Colegio Réplica Vicente Rocafuerte, que se inundó y los profesores debieron sacar el agua.
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