Arabia Saudita, Reuters
Un tiempo radiante recibió el jueves a unos dos millones de peregrinos musulmanes que se reunieron en torno al monte Arafat, desde donde el profeta Mahoma dio su último sermón, en el punto máximo del haj. El balance de muertos por las lluvias torrenciales que cayeron sobre la ciudad de Yida, puerta de acceso a La Meca para los peregrinos, se elevó a 48, la mayoría de los cuales fueron arrastrados por fuertes corrientes o murieron ahogados.
En La Meca, los fieles acudieron en su mayoría a pie al monte Arafat para rezar hasta el anochecer. Levantaron tiendas sobre una llanura, se acuclillaron en refugios situados en los márgenes de la carretera o se quedaron en la cercana mezquita de Namira. Los peregrinos se trasladarán posteriormente a Muzdalifa para recoger guijarros con los que apedrear una serie de pilares.
El ritual representa el desafío al diablo y el compromiso de resistir la tentación. “Dios nos dio un respiro de las lluvias en el día más importante del haj. Eso demuestra su inmensa clemencia”, dijo el peregrino indonesio Abdulwadood Asegaf. “Vamos a evitar subir el monte Arafat esta vez porque está demasiado embarrado”, añadió. Unos 1,6 millones de fieles han venido del extranjero para el haj, que es la mayor concentración religiosa regular del mundo y un deber para todos los musulmanes, al menos una vez en la vida si es posible.
Las precipitaciones del miércoles, las más fuertes en el desértico país en varios años, impidieron que miles de personas llegaran a La Meca desde Yida, pero no causaron muertes entre los peregrinos, dijeron los organizadores sauditas del haj. “La lluvia fue una bendición de Dios. Vamos a ir a rezar para suplicar el perdón y la misericordia de Dios, por el bien de nuestros hijos y de todos los musulmanes”, dijo el egipcio Nasser Abu Ahmed.
El empresario nigeriano Mustafa Abu Bakr dijo que musulmanes de diferentes partes del mundo y diferentes tipos de vida renuevan su lealtad a Dios en el monte Arafat. “Rezamos por la paz mundial”, declaró. El haj marca los lugares que la tradición islámica dice que el profeta Ibrahim -el patriarca bíblico Abraham- visitó en La Meca y que el profeta Mahoma estableció como una ruta de peregrinación hace 14 siglos tras retirar los ídolos paganos de La Meca.
El Islam es adoptado ahora por una cuarta parte de la población mundial. Aparte de las inundaciones en Yida, las autoridades no han registrado ninguno de los problemas o desastres que han ensombrecido el haj en años anteriores, como incendios, hundimientos de hoteles, enfrentamientos con la policía o mortales avalanchas causadas por un exceso de personas.