Redacción Jóvenes
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Si lo tuyo son las letras, lo más seguro es que sueñes en publicar tu libro. Algunos chicos ya dieron ese paso y su primera obra está circulando en los estantes de librerías y bibliotecas.
El primer paso es querer publicar lo que escribes. Esa decisión no fue difícil para Santiago Montoya, el autor de ‘La Sinfonía del bosque’. Su libro recopila una serie de cuentos de fantasía que empezó a escribir desde que tenía 15 años.
“Un día le mostré mis cuentos a mi tío Alberto Ordóñez (escritor ecuatoriano) porque de él sí me pesaba su crítica y me dijo que estaban bien”.
Otra de sus motivaciones fue el temor de que sus cuentos se perdieran y o sean plagiados. Acudió a una editorial, leyeron su obra y lo demás ya fue cuestión de buscar un diseño de portada.
“Todavía no puedo asimilar que escribí un libro”. Para él, ser escritor es estar a un paso de la inmortalidad. “La gente hablará de ti si fuiste bueno. Esto no es lo mejor que he escrito en la vida, sé que puedo hacer más cosas”.
En su caso, la editorial se encargó de la diagramación, la portada, el lanzamiento… Pero hay otros chicos que se organizan en grupos para publicar. Paúl Miño y Andrea Samaniego, por ejemplo, son parte del grupo La Kbzuhela, que surgió de los talleres literarios de la Casa de la Cultura.
Entre los integrantes del grupo lograron publicar lo que para muchos era su primer libro. Paúl hizo ‘Cuentos involuntarios’, que son relatos urbanos, “reflexiones para burlarse un poco del pensamiento académico”.
Una de las formalidades al publicar un libro es escoger una foto y escribir una biografía. Paúl usó una imagen “tipo hi5”, que le tomó un familiar. “Fue la menos mala que tenía en mi archivo”.
Al tener el primer ejemplar en su mano, dice que se sintió bien. “Pero con el tiempo me he dado cuenta de que había cosas que no debía publicar y he encontrado muchos errores. A pesar de eso es el trabajo de uno”.
Andrea Samaniego hizo ‘Pravda’, un libro de poesía con un “tinte experimental, que une lenguajes cinematográficos de la poesía y la narrativa”.
La joven dice que fue una motivación estar en La Kbzuhela, porque los integrantes se apoyaron en la corrección de los textos. De esta manera ahorraron el costo de la edición. Cuando le entregaron los libros, dice que el diseño y los colores del libro no eran los que eligieron. Por ahora espera su segundo libro que está listo para imprimirse.
Ella más bien obsequia su publicación, pero en el caso de Mauricio Becerra, sus libros están en las perchas de librerías como Mr. Books. Él escribió ‘Team’, una historia de espionaje protagonizada por jóvenes.
Mauricio le mostró su novela a su tío abuelo, el escritor ecuatoriano Jorge Becerra y él le dijo que era publicable. Por eso, este chico agilitó las cosas y encontró el apoyo de sus padres para publicarlo.
Imprimió 1 000 libros y los está vendiendo. “Cuando trajeron las cajas de los libros sentí como si fuera mi primer hijo, porque nació de mi imaginación, lo trabajé mucho y es mío…”.