Las listas de Correa
El sábado 26 de diciembre Rafael Correa ordenó a la Superintendencia de Bancos que publique la lista de los responsables y beneficiarios de la crisis potenciada con el feriado bancario y el congelamiento de depósitos de 1999.
Antes, había cuestionado la supuesta falta de diligencia y aceleración de la Superintendencia. Lo que más le molesta es que no le han acatado su instrucción de rebajarle los intereses a pagar del grupo Isaías, que Correa quiere disminuir, mediante un corte a diciembre de 1998, agregando la tasa internacional libor, sensiblemente inferior a las que sirven para el cálculo de la Superintendencia, crédito por crédito, a costos del dinero en dólares en el Ecuador. Más de USD 500 millones marcan la diferencia entre lo menos que Correa quiere que se cobre y lo más que calcula la Superintendencia.
¿Qué ha pasado con otras listas que ha ofrecido Correa desde 2006? En la campaña de 2006, señaló que no podía dar la lista de sus aportantes de campaña, porque los socialcristianos los perseguirían. Su recaudador y hermano, Fabricio Correa, ha dado pistas, pero la lista en los montos comentados por Fabricio, nunca.
En esa campaña de 2006, denunció que millones de dólares de fuentes ilícitas le ofrecieron y prometió que, de ser Presidente, publicaría la lista. Ya de Presidente ha hablado que truhanes y gánsteres rodeaban desde la campaña a Fabricio y que él los rechazaba. A su vez, Fabricio ha contado de contactos con las FARC, sin precisar montos.
Cuando Eduardo Valencia, presidente de la Corporación Financiera Nacional, le comentó que en los gobiernos de Mahuad y Noboa a la Corporación la llenaron de papeles de bancos cerrados adquiridos a valor nominal para beneficiar a traficantes con influencias, que algunos habían comprado con elevados descuentos a depositantes desesperados, Correa publicitó una comisión investigadora presidida por Valencia. Al puntualizarse en el informe la responsabilidad de un pariente muy cercano de Correa y actual colaborador del gobernante, este se indignó y rodó la cabeza de Valencia. En algún basurero fue echado el informe y la lista, que nunca se publicó.
En la cadena del 5 de diciembre de 2009, Correa denunció la corrupción de quienes fueron sus delegados en la renegociación de contratos petroleros 2007-2008, con la consecuencia de cientos de millones de dólares de pérdida. Los acusó de “ser pagados por las petroleras privadas”. Sentenció “esto no va a quedar en la impunidad, el país sabrá los nombres de quienes permitieron esta miseria”. Nadita de nada, se habrán redistribuido los pagos ilícitos y después ninguna lista publicada.
Glosando las palabras de Alexis Mera: hay burdeles de corrupción protegidos en el Gobierno, por eso no son clausurados.