Líder de Madres Plaza de Mayo puede ser detenida en cualquier momento

La presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se negó el 4 de agosto de 2016, a declarar ante el juez y acudió a la Plaza de Mayo. Foto: EFE

La presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se negó el 4 de agosto de 2016, a declarar ante el juez y acudió a la Plaza de Mayo. Foto: EFE

La presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se negó el 4 de agosto de 2016, a declarar ante el juez y acudió a la Plaza de Mayo. Foto: EFE

La histórica líder de la organización de derechos humanos argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, puede ser arrestada por las fuerzas de seguridad en cualquier momento, confirmó el 5 de agosto el juez que ordenó su captura tras considerarla en rebeldía por no presentarse a declarar en una causa judicial.

"Está vigente la orden de captura y la prohibición de salida del país. A partir de ahora ella puede ser detenida. Todas las fuerzas de seguridad pueden disponer la inmediata detención siempre que no se ponga en riesgo la seguridad de nadie", declaró el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi a radio Mitre. "La detención se hará en el momento más oportuno", añadió el juez.

El magistrado libró el 4 de agosto una orden de captura contra Bonafini después de que se negara por segunda vez a una declaración indagatoria en el marco de una causa que investiga presuntos desvíos de millonarios fondos del Estado para la construcción de viviendas sociales por parte de la fundación Sueños Compartidos dependiente de su organización.

La histórica líder de las Madres de Plaza de Mayo, que buscan a sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983), se negó a acudir a la Justicia y en pocos minutos fue rodeada por una espontánea manifestación de militantes políticos y de derechos humanos y exfuncionarios del Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) ante la llegada de fuerzas de seguridad que finalmente no efectivizaron la detención.

Bonafini pasó la noche en su departamento, ubicado junto a la sede de las Madres de Plaza de Mayo en el barrio de Congreso de Buenos Aires, a la que acudió esta mañana. Se estima que en las próximas horas podría viajar a la ciudad de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de la capital argentina.

El juez informó que la detención no tuvo lugar el 4 de agosto porque prefirió "garantizar que no hubiera riesgos para las personas" que acudieron al lugar donde estaba Bonafini para evitar su arresto. "Se prioriza la situación de evitar cualquier tipo de confrontación física o cualquier tipo de violencia con personas que puedan estar alrededor y contra Bonafini misma", explicó el juez.

La activista de derechos humanos hizo la tradicional ronda alrededor de la pirámide de la Plaza de Mayo, como cada jueves desde que comenzó en 1977 su reclamo por sus dos hijos desaparecidos por la dictadura militar, y luego encabezó un acto en el que responsabilizó al presidente Mauricio Macri, del partido de centroderecha PRO, por la ofensiva judicial. "Macri, pará la mano", urgió Bonafini, quien aseguró que no se presentará ante la Justicia.

El magistrado desestimó las críticas por su orden de detención contra la emblemática defensora de los derechos humanos, cercana al kirchnerismo y que endureció su discurso en los últimos años.

"La gente que estaba ayer (4 de agosto) en el entorno de Hebe de Bonafini es la misma gente que la impulsó a manejar la obra pública y es la misma gente que ahora está cuestionando por qué no fuimos al domicilio de ella a tomarle declaración y no hizo nada en este mes, nadie concurrió al juzgado para pedirme que fuera al domicilio de ella, ni presentaron certificados médicos.

"No tengo problemas en trasladarme", argumentó. Martínez de Giorgi subrayó en ese sentido que "las mismas personas que cuestionan la orden de captura son las mismas que no hicieron nada antes para evitar esta situación". "No recuerdo en mis casi diez años como juez una situación similar donde se haya dado un hecho político por una captura. No recuerdo semejante acción de protección, poner personas por delante para que se sucedieran hechos de violencia", agregó.

Bonafini está imputada en la causa en la que los principales acusados son los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, quienes fueron apoderados de la fundación Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo y habrían abusado de la confianza que les tenía la dirigente.

Los Schoklender son investigados por el supuesto desvío de al menos unos 206 millones de pesos (más de USD 40 millones cuando se inició la causa en 2012, unos USD 13 millones a la cotización actual) entregados por el Estado para la construcción de viviendas para sectores humildes.

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