En 11 años, escuelas de licencias sportman pasaron de una a 102

VIP Drive es una de las cuatro escuelas de formación de choferes no profesionales que hay en Ambato (Tungurahua). Foto: Raúl Díaz/ EL COMERCIO

VIP Drive es una de las cuatro escuelas de formación de choferes no profesionales que hay en Ambato (Tungurahua). Foto: Raúl Díaz/ EL COMERCIO

VIP Drive es una de las cuatro escuelas de formación de choferes no profesionales que hay en Ambato (Tungurahua). Foto: Raúl Díaz/ EL COMERCIO

Dos aulas para dictar clases teóricas. Un taller mecánico de enseñanza. Al menos tres vehículos en buen estado de funcionamiento y aptos para las prácticas de los alumnos. Estos tres requisitos plantea el Reglamento de Escuelas de Capacitación para Conductores Sportman, vigente desde el 20 de enero del 2003. En aquel tiempo solo había una academia que cumplía estas disposiciones para formar a los choferes no profesionales.

En 11 años, esa cifra se disparó y hoy existen 102 centros en el país. La mayoría está en Pichincha y en Guayas, según datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). “Hasta el 2007 hubo dos escuelas de conducción. En el 2008 se registraron 14 y en el 2009 ya eran 32”, precisa Freddy Rodríguez, presidente de la Asociación de Escuelas de Conducción del Ecuador. Incluso dice que para este año se certificaron otras academias...

Sin embargo, con la aprobación de las reformas al proyecto de Ley de Tránsito, existe incertidumbre entre los propietarios de estos centros de formación de choferes.

Jorge Silva, director ejecutivo de la escuela George Washington de Santo Domingo, asegura que aún no se le ha informado ni explicado sobre las reformas. No sabe qué va a pasar, porque el proyecto será remitido al Ejecutivo. “Fue un avance que se dictaran estos cursos debido a que en el país se registran más de 2 000 accidentes por impericia. Me parece que los cursos deben mantenerse para todas las personas”.

Para Marcelo Villegas, director de la Escuela VIP Drive, en Ambato (Tungurahua), las academias no deben cerrarse, sino instruir a quienes manejan los autos y evaluar a los centros en donde se dictan clases. El año pasado, este centro graduó a
2 700 estudiantes y reprobó a 135. Él cree que las reformas primero debieron haber sido sometidas a un análisis con la gente vinculada a la capacitación de los alumnos que buscan sacar su licencia sportman.

La normativa propone que el paso por una escuela de manejo ya no sea un requisito indispensable para obtener la licencia tipo B. Con esta medida, quienes ya saben manejar un vehículo solo tendrán que aprobar exámenes teóricos y prácticos en la ANT para obtener su carné de manejo.

Durante el debate de la semana pasada, en el Parlamento se argumentó que se busca eliminar un “mercado cautivo” de las academias de manejo.

Las tarifas de las clases son variadas, dependiendo el centro de estudios. Datos de la ANT refieren que los precios por los cursos están entre USD 164 y 200. “Las 102 escuelas facturan al año USD 8 000 000 (...). Nuestra rentabilidad debe estar entre los USD 400 000 o 500 000”, precisa Rodríguez.

El resto de las ganancias- agrega el dirigente- se invierte en el pago del mantenimiento de los vehículos, en gastos de infraestructura, en salarios de los instructores y del personal administrativo, entre otros...

Los cursos de formación

En el artículo 26 del Reglamento se establece que los cursos de formación para choferes deben durar 33 horas. De estas, 10 son de instrucción teórica, 15 de prácticas al volante, cinco de mecánica, dos de psicología aplicada a la conducción y una de primeros auxilios.

Miguel Ángel Cusme fue instructor en una escuela de manejo en Santo Domingo y abogado de la Universidad Técnica Particular de Loja. Él desarrolló un estudio en el que cuestiona el tiempo de capacitación para los estudiantes y advierte la necesidad de incrementar las horas de clases prácticas porque hay “alumnos que ni siquiera saben cómo utilizar la llave del carro”, por ello se requieren más horas de clases.

Él plantea duplicar la carga a 66 horas: 15 para las clases teóricas, 30 para la práctica, 15 a mecánica básica, y las seis que restan a psicología aplicada a la conducción y primeros auxilios.

A su juicio, eliminar la instrucción de los choferes no profesionales en las academias generaría más accidentes por impericia. Las cifras de la Agencia Nacional de Tránsito sobre siniestros en las carreteras del país revelan la falta de cuidado de los conductores no profesionales al volante. De los 36 759 percances viales registrados a escala nacional durante el 2013, en el 50% estuvo involucrado un vehículo particular.

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