Al cierre de la semana anterior, la RILD disminuyó en USD 37.6 millones alcanzando la cifra de USD 3,962.5 millones. La posición neta en divisas constituida por caja, depósitos en bancos del exterior, e inversiones a plazo en el exterior que representa el 77.8% del total, llegó a la cifra de USD 3,084.4millones.
El saldo de USD 878.1 millones está compuesto por las tenencias de oro, derechos especiales de giro y las posiciones de reserva en el FMI y la Aladi.
Estos activos en el exterior se financian con los depósitos de varias instituciones. Los depósitos del Gobierno central disminuyeron en USD 45.1 millones llegando a un nivel de USD 1,180.5 millones. El IESS, disminuyó sus depósitos en USD 34.2 millones por lo que el total de sus depósitos alcanzó la cifra de USD 865.1 millones.
El sistema financiero incrementó sus reservas en el BCE en USD 105 millones cerrando con un total de USD 1,004.4 millones. Los depósitos de estas tres instituciones representan el 75% del total de los recursos que administra el BCE. El saldo está compuesto por depósitos de los gobiernos locales por USD 354.5 millones y de las empresas públicas no financieras por USD 491.6 millones.
Por lo tanto, y para que quede claro, el BCE utiliza los dineros de las instituciones depositantes para invertirlos en activos líquidos en el exterior. Por lo cual, el BCE tiene que responder por dichos recursos.
De ahí que el calificativo de libre disponibilidad y de reservas internacionales es incorrecto, ya que los pasivos representados por los depósitos de varias instituciones tienen su contrapartida en los activos que administra el BCE.
Por lo tanto, la idea prevaleciente que el Gobierno puede disponer libremente de esos recursos y asignarlos a su sola discreción es incorrecta.
En la semana que estamos analizando, el Gobierno central tiene una participación del 29.7% del total de las reservas, el saldo pertenece a otras instituciones.
Por consiguiente ¿de dónde van a salir los USD 1,600 millones de la RILD para canalizarlos a través de la CFN?
La única vía es aumentando el coeficiente de liquidez para que la banca deposite en el BCE parte de sus activos que están en el exterior, y luego por resolución obligarlos a invertir dichos recursos en papeles de la CFN.
De esta forma, los dineros de los depositantes que forman parte del colchón de liquidez que mantienen los bancos y que es de disposición inmediata, se transformará en una inversión que no tiene mercado secundario para poder redimirlas en caso de ser necesario.
En conclusión, no existe la llamada libre disponibilidad de los recursos que administra el BCE y que forman parte de la mal llamada RILD, ya que los beneficiarios de esos dineros son el Gobierno central, el IESS, el sistema financiero, los gobiernos locales y las empresas públicas no financieras.