Mauricio Arteaga. Marchista azuayo
‘La libertad me permite escoger lo que más gusta. Por eso práctico la marcha atlética y sigo una carrera universitaria. Tengo los amigos que quiero y dispongo de mi tiempo para distribuirlo en lo que mejor me parece.
Soy libre, pero debo respetar los valores básicos de las demás personas. La libertad se pone de manifiesto cuando elijo lo que quiero hacer; sin embargo, en cualquier actividad de la vida se tienen que cumplir ciertos parámetros y jerarquías.
Eso no quiere decir que uno haya perdido su libertad. Por ejemplo, soy libre de representar al país en diferentes certámenes internacionales, dándolo todo en la pista, pero para eso se deben cumplir los entrenamientos de manera planificada y cuidarse en su vida privada. Para ser libres hay que respetar los valores, que son los que nos llevan siempre por buen camino.
Después de las competencias he tenido tiempo para reflexionar y tomar ciertos correctivos. Gracias a la libertad he conocido varios países y culturas, que nos ayudan a crecer’.