Libertad de expresión

Cynthia Viteri, en su carta al Presidente publicada a través de un medio impreso y electrónico que tiene cobertura nacional, escribe lo que quiere. Tiene total libertad de expresión.
Los autores de Justicia Infinita dicen lo que quieren, atrincherados detrás de su "animus jocandi". Tienen total libertad.
Los periodistas de noticieros de alcance nacional e internacional emiten sus comentarios sesgados cuando y como lo desean, muchas veces levantando cejas y ladeando la cabeza en claro gesto de parcialidad.
Tienen total libertad de expresión. Hay plantones a cada rato, por cualquier causa, y sus asistentes hablan de lo que se les ocurre. Tienen total libertad
de expresión.
Gente de cualquier sector se permite acusar y juzgar de una vez a un ciudadano, sin dar pruebas. Tienen total libertad de expresión para condenar.
Afiliados a partidos políticos se desafilian cuando les es conveniente y andan sueltos sin ningún tipo de coarta. Tienen total libertad de expresión y libertad de estar en desacuerdo.
Una asambleísta indígena respalda públicamente a uniformados que incumplen reglamentos policiales y leyes y ponen en grave peligro a la población civil. Y sigue hablando y recibiendo tiempo al aire libremente. Tiene y le es concedida total libertad de expresión.
Lo suyo hacen día a día los comentaristas y periodistas radiales y sus invitados al aire. Lo propio para dueños de revistas. Tienen total libertad de expresión todos estos actores públicos.
¿Y qué podemos decir de los periódicos nacionales? Publican solamente la cara de la moneda que quieren mostrar a su público. Así las cosas, ¿alguien me puede explicar en halo la falta de libertad de expresión en Ecuador?
Espero que este rotativo me conceda mi libertad de expresión publicando esta carta.

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