Golpistas dejaron en libertad al presidente derrocado de Burkina Faso

Michel Kafando (izquierda), fue liberado el viernes 18 de septiembre por los militares que intentan consolidar su poder en este país africano. Foto: Archivo AFP.

Michel Kafando (izquierda), fue liberado el viernes 18 de septiembre por los militares que intentan consolidar su poder en este país africano. Foto: Archivo AFP.

Michel Kafando (izquierda), fue liberado el viernes 18 de septiembre por los militares que intentan consolidar su poder en este país africano. Foto: Archivo AFP.

El derrocado presidente del régimen de transición de Burkina Faso, Michel Kafando, fue liberado el viernes 18 de septiembre por los militares que intentan consolidar su poder en este país africano, 48 horas después de un golpe de Estado que deja 3 muertos y 13 heridos en la capital.

El nuevo hombre fuerte del país, el general Gilbert Dienderé, cercano al expresidente Blaise Compaoré, multiplicó  los gestos de buena voluntad y ordenó asimismo la apertura de las fronteras del país. No obstante, tres personas murieron y al menos 13 resultaron heridas el viernes en enfrentamientos, informó un médico del hospital universitario Yalgado Ouedraogo, principal centro asistencial de la capital, Uagadugú.

En la capital, los comandos del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP) , la unidad de élite que perpetró el golpe de Estado, volvieron a abrir fuego contra las personas que protestaban. Los manifestantes intentaban llegar a la Plaza de la Revolución, donde se congregan habitualmente las protestas.

El jueves (17 de septiembre) otra fuente médica había informado de que desde el golpe de Estado del miércoles tres personas habían muerto y 60 resultaron heridas, sin que fuera posible contrastar estos balances.

“En señal de apaciguamiento y de interés general, el Consejo nacional para la democracia decidió liberar a los ministros y a Michel Kafando”, que asumía temporalmente la presidencia del país, hasta unas elecciones previstas en octubre, señaló un comunicado. Los dirigentes de la transición burkinesa estaban retenidos desde el miércoles por la tarde, cuando militares irrumpieron en el consejo de ministros.

Sólo el primer ministro Isaac Zida no fue liberado y permanece “en detención domiciliaria”, precisó a un grupo de periodistas el general Dienderé, que asumió oficialmente la cabeza de los golpistas. El teniente coronel Zida es el ex número dos del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP) , la unidad de élite que perpetró el golpe de Estado.

Fue llevado al poder el año pasado tras la caída del presidente Blaise Compaoré. Al principio percibido como el hombre del Ejército en la transición, sus relaciones con el RSP rápidamente se deterioraron, hasta el punto en que oficiales superiores de este regimiento exigieron su dimisión en varias ocasiones este año, provocando disturbios.

El general Dienderé estaba a la cabeza del RSP bajo el régimen de Blaise Compaoré, de quien era compañero de armas y mano derecha. La comunidad internacional, que condenó firmemente el golpe, exigía desde el miércoles la liberación de los dirigentes de la transición.

 Visitas de presidentes 

El jefe de los golpistas se entrevistó el viernes con el presidente senegalés Macky Sall, dirigente en ejercicio de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao) , y con su homólogo de Benín, Boni Yayi, en la capital de Burkina Faso.

Sall abogó por “generar una dinámica de reconciliación nacional, de perdón, cesar la violencia, hacer que un esquema aceptado por todos y por la comunidad internacional permita que el país se reposicione en su marcha hacia la democracia”.

Dienderé consideró “muy fructuosa” esa reunión. “Prefiero no adelantar a la iguana en el agua porque no hemos decidido nada por ahora”, dijo, y precisó que han previsto otra cita este sábado “la síntesis”. El presidente senegalés habló también con diplomáticos occidentales, representantes de todas las tendencia políticas y personalidades.

Macky Sall fue emisario de la Cedeao durante el levantamiento popular que en octubre de 2014 sacó del poder al presidente Blaise Compaoré, tras 27 años dirigiendo al país. Y Boni Yayi era el mediador designado por la Cedeao para las elecciones presidencial y legislativas previstas el próximo 11 de octubre, y que debían cerrar el período de transición abierto con la caída de Compaoré.

El ex presidente reside habitualmente en Costa de Marfil, pero se desconocía su paradero en el momento del golpe de Estado. El nuevo régimen también anunció la reapertura de las fronteras terrestres y aéreas, solamente 24 horas después de haberlas cerrado.

En la capital Uagadugú, este viernes la circulación se había reanudado aunque numerosas tiendas permanecían cerradas. Este país africano con 17 millones de habitantes, enclavado en el corazón de la región del Sahel, ha conocido desde su independencia en 1960 numerosos golpes de Estado militares.

En este caso, la RSP, unidad de élite con unos 1 300 efectivos, tomó el poder acusando a las autoridades de falsear el período de transición al excluir de las elecciones a los partidarios de Compaoré.

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