Reuters
“Apelo al mundo, en especial a Estados Unidos, para que vuelvan a hacer lo que hicieron por nosotros en el 2008, cuando cuatro huracanes golpearon a Haití”, dijo el embajador de Haití en Washington, Raymond Alcide Joseph, a CNN.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió por su parte un “firme apoyo” a Haití y ordenó la entrega de ayuda rápida y de forma coordinada a la empobrecida nación.
“Estamos comenzando precisamente ahora a evaluar la extensión de la devastación, pero los reportes y las imágenes que estamos viendo de los hospitales colapsados, los hogares destruidos y las mujeres trasladando a sus vecinos heridos son realmente desgarradoras”, dijo Obama.
El Ejército de Estados Unidos dijo que estaba enviando a Haití un equipo de evaluación de daños y un avión P3 estaba realizando vuelos de reconocimiento.
Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, no está equipada para responder a un desastre de esta magnitud.
Organizaciones de ayuda humanitaria activaron sus planes de emergencia y buscan la forma de hacer llegar refuerzos y ayuda a la nación. Muchos grupos humanitarios concentraron sus operaciones en la vecina República Dominicana, que comparte con Haití la isla de La Española.
También el Papa Benedicto XVI movilizó a la enorme red de ayuda humanitaria de la Iglesia Católica.
“Apelo a la generosidad de todos para que estos hermanos y hermanas que atraviesan momentos de necesidad y dolor reciban nuestra solidaridad concreta y ayuda efectiva de la comunidad internacional”, dijo durante su audiencia semanal.
La ONU dispuso de un fondo de emergencia de 10 millones de dólares, la Unión Europea unos 4,35 millones de dólares y el Banco Interamericano de Desarrollo ofreció 200 000 dólares en ayuda de emergencia.
Colombia, Cuba, Chile, Ecuador y Francia, entre otros países, enviarán equipos de rescate, socorristas y medicinas. Sobrevivientes cubiertos en sangre y aturdidos se reunían en lugares al aire libre, mientras los cadáveres yacían entre los escombros.
“Toda la ciudad está a oscuras. Hay miles de personas sentadas en las calles sin lugar a donde ir”, dijo Rachmani Domersant, gerente de operaciones de la ONG Food for the Poor. “La gente está intentando excavar y sacar a las víctimas utilizando linternas”, añadió.