Lenín Moreno llegó el miércoles a Santo Domingo y estuvo hasta ayer por la mañana. Foto: Flickr Lenín Moreno
Tres figuras destacan en el oficialismo, de cara a la segunda vuelta electoral. Por un lado está Lenín Moreno, que se encarga de recorrer el país y presentar un abanico de ofertas.
El presidente, Rafael Correa, que ha embanderado las críticas contra el contrincante de Moreno, Guillermo Lasso, del movimiento Creo. Y está también el Vicepresidente y candidato a la misma dignidad, Jorge Glas, que tiene un papel más activo, en torno a las denuncias en su contra, por supuestos actos
de corrupción.
El puntal de Moreno en la campaña es su plan Toda una vida. Se trata de un proyecto dirigido a los ecuatorianos, según el candidato, desde que están en el vientre materno hasta la vejez e incluye ofertas de vivienda, educación, salud y empleo. También, forma parte del plan el incremento al bono de desarrollo humano.
Moreno habla del tema en caravanas y mítines de agradecimiento por el apoyo a su candidatura y la de su compañero de fórmula Jorge Glas en distintos sitios o entrevistas, como lo hizo ayer, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Además dijo que impulsará la creación de una universidad técnica, con un perfil similar a la Escuela Agrícola Panamericana, conocida como Universidad Zamorano, de Honduras. Y habló de la construcción de un centro de faenamiento para ganado.
En la primera vuelta electoral, los candidatos de oposición manejaron un discurso de cambio. Ahora Moreno y su equipo han incorporado ese concepto a su discurso.
El presidente Rafael Correa también consideró que el cambio es importante en la revolución, en una entrevista en Chone, el miércoles. “Creo que se requiere un cambio de estilo. Yo soy muy vehemente, muy confrontador. Se necesita alguien que consensúe, alguien más afable como Lenín Moreno para tal vez evitar tanta división del país, tanta polarización”.
Sin embargo, aclaró que ese cambio de estilo debe seguir por el sendero de la revolución, la justicia social y soberanía. “Todos tenemos que buscar el cambio, no cualquier cambio, no al neoliberalismo, los banqueros y el pasado”, señaló Correa.
El Presidente también habló de la reunión que al final del feriado de Carnaval mantuvo con Moreno, el vicepresidente y candidato Jorge Glas y los asambleístas electos para el 2017.
Allí se reconoció que Alianza País tiene tres factores clave para buscar un triunfo en las urnas, el próximo 2 de abril: el legado de transformación del país, la convicción de la gente en el proyecto y un candidato con una carta de presentación: la Misión Manuela Espejo. Para Correa, lo que le hace falta a la campaña de Moreno es malicia frente a lo que califica como campaña sucia
de la oposición.
“Una cosa es campaña sucia y otra una campaña agresiva diciendo la verdad. Este tipo (Guillermo Lasso) fue el autor del feriado bancario, los corruptos son ellos. Hay que decir las verdades claramente, denunciar el programa duramente”.
Esas denuncias están en el discurso de Moreno, quien bautizó a Lasso como “el candidato del pasado” y a quien espera ganar con dos millones de votos de diferencia.
El oficialista calificó como un tema de “libertad de expresión” la protesta de gente que lanzó latas de atún en sedes de Creo o en agencias del Banco de Guayaquil. Fue un reclamo a insultos en contra de los manabitas, por el triunfo de Moreno en su provincia, que se difundieron en redes.
Ayer, en cambio, hubo una protesta de afectados por el feriado bancario, en rechazo a la candidatura de Lasso fuera del Banco de Guayaquil.
Glas, por su parte, acudió a la Fiscalía el 1 de marzo para que se investiguen lo que él llamó difamaciones en su contra. Y para ayer en la noche estaba prevista la realización de un homenaje en Guayaquil y “contra las calumnias” al Vicepresidente. En la invitación se leyó que sería en un hotel del Puerto Principal.