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La expectativa del Gobierno es que la minería aporte con el 4% del Producto Interno Bruto en 2020.
Así consta en el Plan de Desarrollo del sector minero. La previsión para este año se ubica en el 2,3%, un porcentaje mayor que el 1,6% del 2015.
Para lograr su objetivo, el Gobierno impulsa los grandes proyectos mineros de Río Blanco y Loma Larga, ubicados en Azuay; Fruta del Norte y Mirador, en Zamora Chinchipe; y San Carlos de Panantza, en Morona Santiago. Las autoridades los calificaron como estratégicos para el desarrollo de este sector.
El Gobierno impulsa los grandes proyectos mineros de Río Blanco y Loma Larga, ubicados en Azuay. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El Régimen prevé que el concesionario Junefield Resources Ecuador empiece la extracción de oro en Río Blanco durante este año y que Ecuacorriente lo haga con el cobre de Mirador desde el 2019. Para Fruta del Norte las expectativas están en el 2020.
Para los casos de Loma Larga (Quimsacocha) y San Carlos de Panantza aún no se han fijado fechas. Sin embargo, son los proyectos que han generado mayor conflictividad en sus zonas de influencia.
Un grupo de comuneros azuayos liderados por el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez, se opone a Loma Larga. Además, hay declaratorias en contra por parte del Concejo Cantonal de Cuenca y del Gobierno Provincial de Azuay, que también se pronunciaron por Río Blanco.
En San Carlos de Panantza se han registrado enfrentamientos. El último fue el 14 de diciembre con la muerte del policía José Mejía y siete heridos. La Federación Interprovincial de Centros Shuar se opone a este proyecto.
A más de estos cinco grandes proyectos, el Gobierno tiene otros 12, que fueron catalogados como descubrimientos importantes. Tienen reservas de oro, plata, cobre, molibdeno, hierro y titanio.
Entre otros están Cascabel, Llurimagua, Telimbela, El Torneado, La Bonita y Tola Norte, que están en la fase de exploración inicial o avanzada.
Según el presidente de la Cámara de Minería de Azuay, Patricio Vargas, si bien el Gobierno tiene un discurso para impulsar la actividad, el desarrollo no se concretó como se esperaba en estos 10 años.
Él considera que lo importante es lograr una sustentabilidad de los proyectos para no ahuyentar la inversión extranjeros por los conflictos que se registran en las zonas de influencia. “Hay que fortalecer la consulta previa”.
La propuesta de los candidatos
Lenín Moreno, aspirante presidencial por Alianza País, planteó fortalecer la regulación ambiental y las acciones de control para reducir los impactos por la actividad minera.
Su intención, aseguró, es garantizar el cuidado de las fuentes de agua. “Aseguraremos recursos y beneficios para las poblaciones que viven en el área de influencia de los proyectos mineros, para mejorar sus condiciones de vida”.
Además, señaló que su Gobierno trabajará en satisfacer las necesidades básicas de la población e impulsar proyectos productivos diversificados en las zonas de influencia de los proyectos mineros.
En la propuesta del oficialismo también se incluye un mayor control para garantizar los derechos laborales de quienes trabajan en los grandes proyectos mineros.
“Continuaremos con el control y sanción de la minería ilegal. Fortaleceremos las capacidades de los mineros artesanales y mejoraremos sus condiciones de trabajo”, señala la propuesta de Moreno.
En cambio, Guillermo Lasso, presidencial de Creo, ratificó que revisará los contratos de los grandes proyectos mineros y conversará con las comunidades de las zonas de influencia.
Dijo que su intención es enviar un mensaje claro: el crecimiento y desarrollo económico solo se logra con paz social.
Según Lasso, no cree en el crecimiento económico “a patadas, porque eso no es sostenible en el tiempo”. También, ratificó que en su Gobierno no habrá actividad minería por sobre los 2 800 metros y bajo esa altitud se hará sola luego de una consulta previa a las comunidades. “Hay que cuidar nuestras fuentes de agua”.
El pasado 25 de octubre, Lasso y el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, firmaron un acuerdo para que concretar su alianza para estas elecciones.
Allí, el presidencial se comprometió a evitar la explotación minera sobre los 2 800 metros sobre el nivel del mar y declarar a las zonas de alta diversidad, páramos y fuentes hídricas como territorios libres de la minería metálica.