Lenin Moreno, ex vicepresidente del Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Lenín Moreno pasó por el poder como vicepresidente (2007-2013) y, esta vez, su nombre es una opción para disputar la Presidencia de la República, en el 2017, por Alianza País.
Como un político conciliador. Esta es la imagen que describen políticos y allegados al personaje. Hay otros que han visto en su condición médica, por la que se moviliza en una silla de ruedas, tras sufrir años atrás un asalto, una debilidad.
Para otros, como sus compañeros de movimiento, es una fortaleza.
Ante este escenario, ya en el cargo, abanderó la promoción y la atención e inclusión a personas con discapacidades. Por el primer caso, recibió el Premio de Humor de Resistencia, en Francia en el 2009.
En el segundo, la creación del Consejo Nacional de Discapacidades quedó en la memoria de los ecuatorianos, que lo colocaron como uno de los funcionarios con mejor imagen.
Así, según datos de Perfiles de Opinión, si Moreno se presenta para las presidenciales del 2017 contra tres posibles candidatos: opositores (Mauricio Rodas, Guillermo Lasso y Jaime Nebot) tiene sobre el 60% de intención de voto. (I)
Movilización solidaria
La capacidad de conciliación y la serenidad son dos fortalezas que destaca Gustavo Larrea, amigo de Lenín Moreno. Él, actualmente en la oposición, se refiere al exvicepresidente como un hombre que respeta a los suyos y a sus adversarios.
Tampoco queda fuera la capacidad de gestión, que para Larrea se demostró en el Programa Manuela Espejo, encaminado a asistir a personas con alguna discapacidad.
En una tercera etapa de la iniciativa el objetivo fue atender a 65 000 personas. Para Ximena Ponce, asambleísta de AP, tiene una virtud: haber logrado una gran movilización, no solo sobre capacidades distintas sino también sobre las desigualdades.
La labor en este tema le valió la designación de las Naciones Unidas como Enviado Especial sobre Discapacidad y Accesibilidad. El humor ha sido una de las herramientas para llegar a la gente.
Alto en las encuestas
Una oportunidad es el nivel de aceptación de la ciudadanía. Según Perfiles de Opinión, en un ensayo electoral (segunda vuelta), con tres hipotéticos candidatos, Mauricio Rodas (SUMA), Guillermo Lasso (Creo) y Jaime Nebot (PSC), Moreno tiene sobre el 60% de aceptación.
En el 2010, por ejemplo, la cifra llegó al 81% de acogida. El analista político Francisco Rocha apunta que tiene una imagen menos dura que el la del resto de figuras de AP.
Algunos que ya no votarían por Correa sí lo harían por Moreno. Ha sido visto por otros movimientos como posible candidato.
La postulación no es oficial. El analista Francisco Rocha cree que la enfermedad -más que una amenaza- resulta una oportunidad, porque hace más visibles los problemas de personas con discapacidad y, aunque no se traduzca necesariamente en votos, sensibiliza el ojo
común, y fue su legado en la política ecuatoriana.
La salud ante el trabajo
Un asalto hizo que deba movilizarse en silla de ruedas. La salud de un Presidente, dice el periodista argentino Nelson Castro, es un asunto público. El lapso de trabajo de un Mandatario supera las 12 horas diarias y son muchos viajes dentro y fuera del país.
El historiador Enrique Ayala Mora dice que no es un tema que deba discutir la opinión pública, “si decide participar, asumiremos que está en capacidad”. El mundo conoce de políticos que han gobernado pese a sus enfermedades, como Franklin D. Roosevelt, cinco veces presidente de EE. UU.
Para la asambleísta María C. Kronfle (PSC), quien tiene una enfermedad degenerativa, no es un limitante. Fuentes cercanas a la familia de Moreno afirman que está mejor de salud. Se le cuestiona, además, haber criticado la actitud oficial ante la prensa, pero no haber mediado para bajar las tensiones.
La sombra de Alianza País
Una amenaza, dice Gustavo Larrea, es la sombra del Presidente. Aunque es la figura conciliadora de AP,
es también la continuación del correísmo, como lo plantea Enrique Ayala: el 2016 será el año del “derrumbamiento” de esta línea. “Le va a tocar la tarea de sostener al correísmo en una derrota”.
En AP se han dado roces, como a inicios de año, cuando el caricaturista Bonil fue sancionado por una imagen del asambleísta Agustín Delgado. Moreno apuntó que él no castigaría al dibujante.
Tampoco estaba de acuerdo con la reelección indefinida. AP reaccionó y aclaró que eran declaraciones personales. Además, según Francisco Rocha, el trabajo en el Programa Manuela Espejo se puede convertir en una amenaza, pues personas de la Vicepresidencia salieron por denuncias de presunta corrupción y la oposición puede usar este punto. El propio Moreno denunció el hecho en 2012.
Las voces sobre el exvicepresidente
Gustavo Larrea
“Es una compleja situación por el requerimiento del país de tener momentos de tranquilidad y de generar unidad”.
Ximena Ponce
“Los ataques desde la oposición siempre van a darse. Es indudable el respaldo,
pero también hay otros cuadros en AP”.
Ma. Cristina Kronfle
“La salud no es un limitante. Está consagrado a un proyecto político que nos tiene en un momento económico devastador”.