El altar de la Iglesia de Santo Domingo está cubierto de pan de oro y es un atractivo. Foto: Fotos: Raúl Díaz para EL COMERCIO
El recorrido por las iglesias y los edificios emblemáticos construidos con piedra pómez es la nueva propuesta para atraer a los visitantes.
El Municipio de Latacunga impulsa una campaña que busca captar la atención del turismo nacional y extranjero.
En los paseos los visitantes pueden conocer algunas de las 450 edificaciones entre iglesias, edificios, casas, calles estrechas y adoquinadas con piedra, que integran el Centro Histórico de la capital de Cotopaxi, declarada Patrimonio Cultural Nacional.
El jueves 9 d enero del 2020, un grupo de personas arribó de la ciudad de Guaranda. Recorrieron las casonas del Municipio, La Catedral, la Casa del Marqués de Miraflores, la Iglesia de Santo Domingo y Molinos Monserrat. Las edificaciones construidas con cascajo son parte del atractivo de estas rutas.
La Iglesia de El Salto es otra de las edificaciones que constan como patrimonio. Foto: Fotos: Raúl Díaz para EL COMERCIO
El guía de turismo, Pablo Parreño, acompaña a los viajeros, a quienes les cuenta una parte de la historia de estas construcciones. Ángel Saltos y su esposa Norma, guarandeños radicados en Quito, estuvieron en el recorrido.
Decidieron pasear por Latacunga para conocer el centro de la urbe y para hacer un recorrido por el Parque Nacional Cotopaxi. “Latacunga tiene un hermoso centro histórico que es poco conocido, creo que es la única ciudad donde podemos mirar edificios construidos con cascajo, es fantástico”, comentó Saltos.
El director de Turismo del Municipio, Javier Iza, explicó que Latacunga y sus parroquias tienen 170 atractivos, repartidos en 10 rutas que promociona el Cabildo para potenciar y reactivar el turismo. La campaña empezó en junio del año pasado.
“La idea es que no solo el (volcán) Cotopaxi sea el atractivo, sino también que las operadoras de turismo nos ayuden a promocionar el Centro Histórico”, manifestó Iza.
La Casa del Club Cotopaxi se convirtió en restaurante.. Foto: Fotos: Raúl Díaz para EL COMERCIO
Según Iza, el año pasado llegaron 700 000 visitantes de todo el mundo a la reserva. El 6% visitó el Centro Histórico, que tiene una riqueza arquitectónica importante y por eso es una de las 37 ciudades patrimoniales del país.
Algunas de sus edificaciones datan de la época colonial y del período Republicano.
Se destacan la Casa de los Marqueses, el edificio del Municipio de dos plantas, la Gobernación y otros que están en el corazón de la urbe.
Una de las rutas es la de las iglesias, donde están La Catedral, San Agustín, San Francisco, La Merced, El Salto y San Sebastián.
La operadora de turismo Cotopaxi Travel oferta como una opción el Centro Histórico. El guía Marco Toapanta indicó que se especializan en turismo de aventura y las visitas al volcán Cotopaxi, pero -además- promocionan las rutas de la Máchica y el centro de Latacunga, para conocer las casas patrimoniales.
Un ‘city tour’ cuesta entre USD 20 y 25. “La gente comienza a llegar y se interesa por conocer nuestro patrimonio”.
La Casa de los Marqueses cuenta con dos museos. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO
El paseo por la Casa de los Marqueses de Miraflores contempla dos museos. En esta edificación se camina por los solariegos pasillos y arquerías de medio punto. Está construida con piedra pómez y fue el lugar donde los patriotas se concentraron para participar en los movimientos revolucionarios e independentistas, registrados en 1809 y 1810.
Las latacungueñas Magali Heredia y Erika Caza recorrieron los museos donde exponen óleos y tallados religiosos, realizados a comienzos del siglo XVIII. En otra sala están los personajes de la Mama Negra que se realiza en septiembre y noviembre de cada año, en honor a la Virgen de La Merced. “Latacunga tiene una riqueza y qué mejor que se promocione en las rutas turísticas”, opinó Heredia.
En el centro de Latacunga, en las calles Guayaquil y Sánchez de Orellana, se levanta la plaza y la iglesia de Santo Domingo con una riqueza cultural y arquitectónica que se puede mirar en el pan de oro que hay en el altar y los cuadros que datan del siglo pasado.