La Niña retrasará las lluvias en el Litoral

Las organizaciones que monitorean el comportamiento climático en el mundo confirmaron la presencia del fenómeno de La Niña en el océano Pacífico, desde inicios de noviembre del 2017.

Este evento se evidencia principalmente por el descenso de las temperaturas en el mar, contrario a lo que sucede con El Niño. El principal efecto que incide especialmente en las zonas costeras es que ante la escasez de humedad en el océano la nubosidad disminuye y llueve menos.

La Niña es un evento global que se origina en el centro del océano Pacífico. Sus signos son diferentes en cada región del planeta.
En el país, generalmente, se manifiesta con déficit de lluvias en la Costa y un exceso en el callejón Interandino y la Amazonía. Los últimos eventos se han registrado en el 2007, 2008 y 2010.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) confirmó que La Niña, que ya está en el área ecuatorial del océano, sí influenciará el inicio de la época lluviosa en la Costa, previsto para el próximo mes.

Fabio Bellacanzone, técnico del área de Pronóstico del Inamhi, contó que hay la probabilidad de que este evento permanezca en el océano hasta los primeros meses del 2018. “Los efectos que se esperan para nuestro país no serán tan fuertes, porque este fenómeno se presenta con una intensidad baja”.

Sin embargo, debido a las actuales condiciones en el mar, la corriente atmosférica que usualmente trae las precipitaciones al Litoral se ubica muy al norte de la región y no puede descender al Ecuador. Por ello, se espera un retraso de hasta un mes en la llegada de la época lluviosa a la Costa. “Hasta el momento, no se ha evidenciado una influencia importante (de este fenómeno) para la Sierra o la Amazonía”, indicó Bellacanzone.

En el pasado período de lluvias sucedió exactamente lo contrario a lo que ocurre actualmente con La Niña. Las temperaturas del mar registraron ascensos positivos que coin­cidieron con alteraciones atmosféricas y causaron precipitaciones muy fuertes.

De la misma manera, las posibles consecuencias negativas de La Niña en nuestro país podrían presentarse si es que las bajas temperaturas oceánicas coinciden con nuevas anomalías atmosféricas, algo que todavía no se ha confirmado.

“Entre más fuertes sean esos descensos de temperatura del océano, será más probable que las lluvias sean escasas”, dijo el experto del Inamhi.

Bellacanzone agrega que, con base en los primeros pronósticos que ya se han establecido, se espera que para marzo y abril las lluvias propias de esa época retornen a sus valores normales en el Litoral.

Eduardo Zambrano, especialista del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), explica que a más de las bajas temperaturas del mar hay otras características de La Niña: vientos alisios más intensos que fortalecen la corriente de Humboldt y, por ende, días más fríos, como ha ocurrido en Guayaquil en las últimas semanas.

“Frente a las costas de Sudamérica, la temperatura usualmente está entre 21° y 22° C; actualmente es de 18° y 19°C”.

Zambrano coincide en que, pese a la debilidad de La Niña, su comportamiento dependerá de los vientos del sur, del anticiclón que está frente a Chile. “Si se fortalece, tendríamos un evento de otras características y de mayor duración”.

Gabriela Escobar, oceanógrafa y especialista en hidrometeorología del Inamhi, aclara que se puede hablar de un evento La Niña si el descenso en la temperatura del mar es prolongado. “Como mínimo son tres meses de monitoreo, con condiciones que persistan, para poder declarar si ocurrirá un evento o no”.

Raúl Mejía, coordinador regional del Inamhi para la cuenca del Guayas, aclara que los informes, como el de la NOAA, son globales. Por eso aconseja analizar los escenarios localmente y eso se hará este 28 de noviembre, en una reunión del Comité para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen), donde se dará información actualizada del país.

“Hay que estar atentos a lo que ocurra entre enero y febrero, porque en esos meses va a venir agua cálida desde el norte, desde la cuenca de Panamá. Eso está asociado con lluvias en Ecuador. Entonces, preferimos hablar de la estación lluviosa, que puede ser irregular”, indicó.

En contexto

La National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), de EE.UU., detectó un rápido descenso en las temperaturas del mar desde finales de julio pasado. Con estas condiciones y la influencia de los vientos alisios, se habló de la llegada de La Niña.

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