Durante las noches se realizan operativos policiales en la zona principal de los bares. Fotos: Eduardo Terán / EL COMERCIO
En el sector de La Mariscal, en el norte de Quito, los moradores y dueños de negocios se sienten inseguros y están inconformes con lo que denominan una proliferación de bares que, a su criterio, no cumplen con estándares de calidad que exige una zona turística.
Esto los llevó a organizarse y dirigir sus quejas a las autoridades mediante una asamblea del barrio. Marchas, pedidos en la Administración Zonal y plantones han sido algunas de las medidas con las que captaron la atención de la Alcaldía.
Paola Romero, presidenta de la asamblea del barrio, dijo que el viernes 11 de agosto del 2017 el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, los atendió. En esa audiencia explicaron sus preocupaciones y las alternativas que tienen para mejorar la situación de ese sector.
Delincuencia, venta de droga y locales a los cuales acusan de la comercialización desproporcionada de alcohol, son los problemas que, según Romero, le presentaron al Burgomaestre. Esto con el objetivo de solicitar un plan integral de seguridad que articule las acciones entre el Municipio y el Gobierno central con la Policía.
Tras esa reunión, el Alcalde de Quito, según la presidenta de la asamblea del barrio, ofreció involucrar a todas las entidades a cargo del tema La Mariscal para atender los problemas que le fueron presentados.
Pero, ¿en qué medida es insegura La Mariscal? Según el teniente coronel Víctor Herrera, comandante del circuito La Mariscal, para entender al sector se debe tomar en cuenta dos dinámicas. Una desde las 08:00 hasta las 18:00 en la que las actividades giran alrededor de oficinas y universidades. Otra, a partir de las 18:00 cuya principal actividad es la del entretenimiento nocturno.
De acuerdo con las cifras que maneja la Policía Nacional, en general, los delitos han disminuido en un 23% durante el período enero-julio 2017, respecto al mismo período, durante el 2016. Sin embargo, según Herrera, el robo a accesorios y a autos son dos delitos que presentaron un incremento, aunque no muy significativo.
El perímetro de La Mariscal no se limita a la plaza Foch. Esta zona con administración especial turística es considerada como tal en el perímetro entre la avenida 10 de Agosto (occidente), Ladrón de Guevara (oriente), Orellana (norte) y avenida Patria (sur).
Los datos de la Policía también muestran elementos importantes. Como población fija se tiene el registro de 20 000 habitantes, mientras que 180 000 personas frecuentan La Mariscal al mes. También se tiene el registro de 1 114 bares, discotecas, karaokes, licorerías y tiendas de abastos.
Tanto los problemas denunciados por la asamblea como las características del barrio son los dos elementos que, según Romero, requieren de una acción conjunta. “Ninguna de las entidades públicas del barrio tiene la competencia ni la capacidad para enfrentar el problema”, dijo.
La sensación de inseguridad no es el único problema. La asamblea también discute lo que consideran la proliferación de bares sin las normas necesarias. Sobre esto, Romero señaló que hay negocios que cuentas con licencia de funcionamiento pero no se toma en cuenta normas básicas de una zona especial turística. “Hay negocios que se dedican solo al expendio de alcohol en un local con mesas y sillas”, dijo.
María Belén Saá, moradora del sector, contó que hay bares, por ejemplo en la calle la Niña, en donde el tipo de uso de suelo no les permite funcionar. Esto les ha llevado a pedir en la Administración Zonal que se tenga en cuenta la normativa para regular el funcionamiento de estos locales.
Sobre esto, la Administración Zonal La Mariscal señaló: “La Mariscal es un sector donde el desarrollo productivo es creciente, debido a su naturaleza turística. La oferta es cada vez más variada y por ello el Municipio trabaja en conjunto con la comunidad para que los establecimientos sean de calidad y se proyecten hacia el turismo que los visitantes internos y externos merecen”.
Entre las propuestas que se trabajarán en conjunto con el Municipio y la Policía, por ejemplo, está la de limitar el consumo de alcohol en los locales nocturnos. Según Herrera, esto consiste en que, mediante cámaras, se dé seguimiento a las personas que han consumido cantidades importantes de licor.
“Hacemos un seguimiento hasta el bar de donde salió y se podría sancionar a los dueños por la venta excesiva de licor”, señaló Herrera.
Otra acción del Municipio es que, mediante la Secretaría de Seguridad, se ha implementado un plan de seguridad y convivencia ciudadana que incluyen temas como Plan Familiar, Primeros Auxilios, Técnicas de Evacuación, buen uso del GLP y de los extintores. Tras estas capacitaciones se forman brigadas para después realizar simulacros en estos temas de seguridad.
En contexto
En La Mariscal hay 1 114 bares, discotecas y comercios. Allí viven 20 000 personas y cada mes al menos 180 000 visitantes llegan para divertirse por las noches. Según la Policía, los delitos en esa zona han disminuido 23% en comparación con 2016.