La familia de Lady colocó en una esquina de la sala de su casa tres fotos y un par de velas encendidas hasta que llegue el cuerpo de la joven de la morgue. Foto: Wladimir Torres / EL COMERCIO
Eran las 21:45 del jueves 9 de junio. A esa hora Lady Freire Sornoza envió un mensaje de whatsapp a una prima diciéndole que ya iba en la Metrovía para la casa. Eso fue lo último que se supo de ella. La joven, de 18 años, había salido de su trabajo, en un local de comida donde ayudaba a su tía.
Tenía tres semanas en esa labor. De regreso a su domicilio, todas las noches tomaba un bus articulado del servicio Metrovía, en la parada de la ciudadela La Pradera hasta La Floresta III, donde vivía. Eran cuatro paradas que debía pasar hasta llegar a su hogar. Pero la noche del jueves, antes de la segunda parada, luego de cruzar el redondel de La Pradera ella cayó del bus cuando las puertas centrales del articulado se abrieron. Al caer a la calzada, las llantas posteriores del vehículo la arrollaron.
Una hora después, un agente de tránsito llamó a su madre para darle la mala noticia. Solo le dijo que su hija había sufrido un accidente, sin darle otra novedad. La madre y una hermana salieron de la casa. Cuando llegaron al redondel de La Pradera, había mucha gente aglomerada y un cuerpo tirado en la calzada. Tuvieron problemas para abrirse camino y llegar al sitio donde estaba el cuerpo, que todavía no sabían que era el de Lady.
Su hermana mayor, Carolina Freire, recuerda lo que otro pasajero le contó. “Me dijo que luego de pasar el redondel, el bus se subió al parterre, lo que ocasionó que los pasajeros hicieran presión en las puertas de en medio y estas se abrieron. Tres personas cayeron, pero mi hermana se pegó en la cabeza con un barandal lo que no le dio oportunidad para reaccionar y las llantas posteriores pasaron por mi hermana”.
La familia se quejaba porque, según ella, nunca vieron una ambulancia que socorriera a Lady. A las 23:30 llegó el carro de Medicina Legal. “Nunca supe si mi hermana murió en el momento o después porque no me dejaron verla cuando llegué, sino minutos después”, señaló Carolina. Pidió que las autoridades investigaran la muerte de su hermana.
La mañana de este viernes 10 de junio, en su casa de La Floresta III, su familia la recordaba como una joven deportista y alegre. En una esquina de la sala había una mesa pequeña con tres fotos de Lady y un par de velas encendidas. Su cuerpo aún no llegaba, estaba en la morgue de tránsito, mientras sus familiares terminaban los trámites legales.
“Mi hija era deportista, practicaba a diario el baloncesto y quería ser terapeuta pero todo se acabó en ese fatal accidente”. Su padre Freddy Freire lloraba mientras esperaba el cuerpo de su hija.
Con orgullo Freddy mostraba las medallas deportivas que su hija ganó en el colegio donde estudió. La joven había terminado el bachillerato el febrero pasado y en dos semanas se aprestaba a rendir el examen de la Senescyt para ingresar a carrera de fisioterapia en la Universidad de Guayaquil.
Pero antes de esto, Lady decidió trabajar junto a su tía en un local de comidas en la ciudadela La Pradera para ayudar a su papá, quien ya no puede trabajar porque padece de una enfermedad que le impide caminar. “Me dijo que quería aportar con los gastos del hogar antes de ingresar a la universidad”, decía Freddy.
Metrovía: ‘El conductor debe percatarse si algo está funcionando mal durante la ruta’
Leopoldo Falquez señaló que las incidencias que ocurran durante el recorrido a bordo de las unidades “escapa al control” de revisión que se les realiza cada madrugada. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
El gerente general del Sistema Integrado de Transporte Masivo Metrovía de Guayaquil, Leopoldo Falquez, señaló que las incidencias que ocurran durante el recorrido a bordo de las unidades “escapa al control” de revisión que se les realiza cada madrugada. Además señaló que es el conductor quien debe percatarse si durante el recorrido algo está funcionando mal.
En una rueda de prensa, al mediodía de este viernes 10 de junio del 2016, el funcionario afirmó que a las 04:00 de cada día los operadores (Consorcio Metroquil, Metro Bastión y Metro Express) revisan las 193 unidades del sistema para constatar que estén en óptima operatividad. La Fundación Metrovía, dijo, inspecciona que la verificación “funcione bien”. No obstante, se desligó de lo que pueda ocurrir durante el recorrido de los buses.
“Los mantenimientos se dan por cuenta de los operadores (Consorcio Metroquil, Metro Bastión y Metro Express), nosotros verificamos (Fundación Metrovía) que se cumplan de manera permanente (…) Lo que ocurra durante el día escapa a ese control. De hecho es el conductor quien debe percatarse si algo está funcionando mal durante la ruta”, anotó.
Falquez señaló que como ente regulador procederán a ejecutar las sanciones pertinentes que están establecidas en los contratos de operación que se encuentren vigentes con el operador implicado: el consorcio Metroquil.
“Las unidades son propiedad de los transportistas de los consorcios, más no la Fundación Metrovía (…) instamos a las autoridades de tránsito en este caso para que se desarrollen todas las investigaciones pertinentes para determinar las responsabilidades que sean del caso y de existir negligencia por parte del operador de esa unidad de transporte, se aplique todo el rigor de la ley”, refirió Falquez. El conductor de la unidad 45 de la Metrovía está detenido.
Sobre la queja de los familiares de la fallecida, acotó que el Consorcio Metroquil, va a asumir lo que se derive de su responsabilidad: “Tienen una responsabilidad civil implícita que está cubierta en su póliza de seguro para proteger a los usuarios”.