Las denuncias ciudadanas de tala desproporcionada en los cerros Auqui e Ilaló y en las laderas del Pichincha motivaron a la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito a solicitar a los ministerios de Ambiente y de Agricultura una moratoria para la entrega de licencias de aprovechamiento forestal y de tala en la capital, durante la época de lluvias.
El pedido de moratoria, según Verónica Arias, secretaria de Ambiente, busca evitar posibles deslizamientos en las zonas en donde se realizan talas con autorización. El pedido fue aceptado a trámite y, una vez aprobado, restringirá la tala en zonas de riesgo.
Para dar paso a la solicitud, el Cabildo tiene que entregar un mapa de los lugares en los que existen permisos para talar y que serían susceptibles a deslizamientos. Según la Secretaría de Ambiente, hasta diciembre del 2017 se trabajará en la elaboración de ese mapa.
Tras la reunión entre las tres entidades, realizada el pasado 30 de octubre, se hicieron inspecciones en los cerros Ilaló y Auqui y en laderas del volcán Pichincha. En las tareas se detectó que la tala de árboles en este último sector se ejecuta de manera ilegal.
En barrios como Iñaquito Alto, que queda en el camino que lleva a las antenas del Pichincha, los moradores optaron por restringir el paso a volquetas que, sin presentar un permiso, intentan sacar madera de las laderas del Pichincha.
La preocupación por un posible daño al ambiente con la tala y el deterioro causado a las calles de su barrio por el peso que movilizan las volquetas los llevó a tomar esa medida.
Según Carlos Molina, miembro del Comité Pro Mejoras de ese barrio, presentaron las denuncias de la extracción de la madera ante el Ministerio del Ambiente (MAE), en junio del 2016. La respuesta de esa entidad, según Molina, fue que en el lugar había permiso para la tala de madera.
La información que recibieron en ese entonces no coincide con los resultados de las nuevas inspecciones. El MAE detectó movilización ilegal de madera y se abrieron dos procesos a los propietarios de vehículos que transportaban el material. La retención de los vehículos se dio, según el MAE, porque en ninguna zona de las laderas del Pichincha hay autorización para la tala y transporte de madera.
Un acuerdo ministerial entre el MAE y el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, que entró en vigencia el 30 de septiembre del 2015, establece que el segundo Ministerio está facultado para entregar licencias de aprovechamiento forestal.
Según los datos de Agricultura, en el cantón Quito se han entregado 16 licencias de aprovechamiento forestal en siete sectores. Solo uno de ellos es un cerro, el Ilaló, en el suroriente. En lo que va del 2017, se han extraído 36 150,92 m³ de madera (lo que cabe en unas 15 piscinas olímpicas).
En el MAE, sin embargo, aseguran que también en el cerro Auqui está aprobado el Plan de Manejo Integral para la plantación forestal de eucalipto en un bosque protector, por lo que se extendió una licencia de aprovechamiento forestal.
Además, tras un incendio forestal en el 2015, se autorizó el aprovechamiento total de la plantación de eucalipto en ese predio del Auqui, que tiene que ser renovado.
La tala que se da en ese cerro, ubicado también en el suroriente de Quito, preocupó a los moradores de los barrios Orquídeas y Jardín del Valle. Ellos denunciaron a la Secretaría de Ambiente. “Desde hace tres semanas nos dimos cuenta de que la tala era desproporcionada; ha dejado un área deforestada”, dijo Tania Bravo, moradora de Las Orquídeas.
Este fue uno de los motivos que llevó al Cabildo a pedir la moratoria y control en las prácticas de tala. Según Arias, una vez aprobada la restricción para entregar licencias y talar árboles en Quito, se extendería hasta mayo del 2018.