Lista la norma para trabajar desde la casa

Las autoridades del Ministerio del Trabajo en la presentación de la iniciativa que se realizó la mañana de ayer, en Quito. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Las autoridades del Ministerio del Trabajo en la presentación de la iniciativa que se realizó la mañana de ayer, en Quito. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Las autoridades del Ministerio del Trabajo en la presentación de la iniciativa que se realizó la mañana de ayer, en Quito. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El Ministerio del Trabajo presentó ayer las normas que podrían liberar a los empleados de viajar diariamente a su lugar de trabajo. Mediante Acuerdo Ministerial MDT-2016-0190, la Cartera de Estado reguló el llamado teletrabajo.

La norma define a esta modalidad como una labor no presencial, por medio de la cual el trabajador realiza su jornada laboral fuera de la oficina. Esto se da siempre que las necesidades y la naturaleza del servicio lo permitan.

Para ello, el trabajador podrá hacer uso de las tecnologías de información y comunicación.

Los servicios bajo esta modalidad se podrán prestar en dos formas: permanente y parcial. La primera es aquella donde el servicio se presta siempre fuera de oficina. En la parcial, en cambio, el empleado puede cumplir un máximo de 24 horas semanales (tres días) fuera de la oficina.

El ministro del Trabajo, Leonardo Berrezueta, afirmó que esta iniciativa revolucionará la forma en que se hace el trabajo en el país.

En Ecuador, alrededor de 15 200 personas trabajan bajo esta modalidad, según cifras presentadas por esa Cartera durante la presentación de la iniciativa en Quito.

Con la norma se espera quintuplicar hasta el 2018 esa cifra hasta 76 000 teletrabrajadores.

Aunque el uso de esta modalidad contractual dependerá de la naturaleza de la actividad que desempeñe el trabajador, el Ministerio cree que tendrá mayor demanda para puestos como analistas, auditores, contadores o informáticos.

Además, el Ministro explicó que la medida busca ampliar las ofertas laborales a personas con discapacidad, padres, madres y mujeres embarazadas.

El exministro de Telecomunicaciones, Jaime Guerrero, quien fue uno de los gestores del proyecto, cree que el Gobierno debería pensar en medidas para incentivar el uso del teletrabajo por parte de las empresas privadas. Una puede ser exenciones tributarias.

Las autoridades destacaron que el teletrabajo permitirá ahorro en costos para la empresa y el trabajador. Un estudio realizado en Estados Unidos por Microsoft evidenció que gracias al teletrabajo las empresas redujeron un 48% sus costos inmobiliarios y un 53% en gastos de movilización, dijo Guerrero.

Estudios del Ministerio del Trabajo señalan que los teletrabajadores ahorrarán en promedio USD 2,24 diarios en gasolina y 4 en parqueadero.

Además, aseguró que si gracias al teletrabajo se lograra que 21 000 personas ‘teletrabajen’ en Quito, se reduciría el uso de vehículos y, por tanto, la emisión de unas 4 000 toneladas diarias de CO2.

Para Arturo Muñoz, gerente de Impakto, consultora de talento humano, en la situación recesiva que atraviesan las empresas del país, esta iniciativa les puede representar un ahorro en temas operativos.

Descentralizar el trabajo de una oficina, aseguró el especialista, permitirá ahorrar en servicios básicos, por ejemplo, luz, agua, teléfono, etc.

También, según Muñoz, este sistema representa un beneficio para el empleado porque le brinda una mayor autonomía.

Pero el consultor también advierte del riesgo de generar una carga laboral excesiva en horas que deben destinarse a la familia. Xavier Sisa, representante de los empleadores ante el Consejo Nacional del Trabajo, señaló que esta modalidad de trabajo permite “un mayor dinamismo en las relaciones laborales”. Por ejemplo, dice, facilitará el trabajo para personas con discapacidad, de la tercera edad o mujeres en estado de gestación.

“En Ecuador, en particular y en América Latina, en general, esta modalidad de trabajo registra un proceso importante de crecimiento. Se la relaciona con ventas por teléfono (telemarketing, call center), aseguró Pilar Moncayo, presidenta de la Asociación de Gestión Humana de Ecuador.

Para Verónica Mosquera, directora de Talento en la firma Deloitte, el éxito de esta modalidad se basa en fijar metas claras y no cumplir horas de trabajo. Otro factor clave es que la empresa realice una inversión en tecnología, tanto en las instalaciones de la compañía como en la casa del trabajador.

La norma está dirigida para el sector privado, pero se prevé implementar un piloto en enero del 2017 en dos instituciones del sector público, aunque no se dijo cuáles.

En contexto 

El próximo mes, el Ministerio del Trabajo realizará una evaluación de la medida. La norma está dirigida para el sector privado.

El sistema

Beneficios. Los teletrabajadores tendrán los mismos beneficios (seguro, décimos, vacaciones, etc.).

Hora extra. Se pagará horas extras. El empleador deberá contar con un mecanismo para llevar un control.

Inversión. Firmas asumirán inversión en tecnología para que el trabajador pueda realizar sus labores.

Jornada. La jornada es de 40 horas a la semana. El horario puede ser pactado y modificado por las partes.

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