Los kurdos rechazan una 'zona de seguridad' bajo control turco en Siria

Rebeldes sirios apoyados por Turquía participan en un entrenamiento con vehículos blindados proveídos por el Ejército turco, cerca de la ciudad de Tal Hajar en la provincia de Alepo, a pocos kilómetros de una zona controlada por kurdos. Foto: AFP

Rebeldes sirios apoyados por Turquía participan en un entrenamiento con vehículos blindados proveídos por el Ejército turco, cerca de la ciudad de Tal Hajar en la provincia de Alepo, a pocos kilómetros de una zona controlada por kurdos. Foto: AFP

Rebeldes sirios apoyados por Turquía participan en un entrenamiento con vehículos blindados proveídos por el Ejército turco, cerca de la ciudad de Tal Hajar en la provincia de Alepo, a pocos kilómetros de una zona controlada por kurdos. Foto: AFP

Los kurdos de Siria rechazaron el miércoles 16 de enero de 2019 la creación de una “zona de seguridad” bajo control de Turquía en el norte del país, una propuesta de Ankara y Washington, que busca reducir las consecuencias de la retirada de sus tropas.

Desde mediados de diciembre, Turquía volvió a cargar contra la principal milicia kurda de Siria, las Unidades de Protección Popular (YPG), y amenazó con lanzar una nueva ofensiva en el norte sirio para expulsar a los combatientes de su frontera.

En este contexto complejo, Washington, aliado estratégico de Turquía en la OTAN, pero también socio de las YPG en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI), se encuentra entre la espada y la pared e intenta encontrar una solución que convenga a todas las partes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó recientemente la idea de crear una “zona de seguridad” de 30 km en Siria, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró el martes 15 de enero de 2019 que la idea era que Turquía se encargara de esta iniciativa.

El influyente político kurdo Aldar Jalil, un alto cargo de la administración semiautónoma de la minoría kurda, rechazó de lleno la propuesta. “Turquía no es neutral, es una parte interesada del conflicto (...) y cualquier parte (interesada) no puede ser un garante de seguridad”, señaló Jalil a la AFP .

¿Fuerzas de la ONU?

“Puede haber una línea de demarcación entre Turquía y el norte de Siria con fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU”, dijo. “Cualquier otra decisión es inaceptable”, agregó.

“Trump quiere crear zonas de seguridad en cooperación con Turquía, pero cualquier presencia turca va a cambiar el equilibrio (de la región) que no será segura”, insistió Jalil.

El jefe del Estado Mayor turco tiene que reunirse con su homólogo estadounidense el miércoles en Bruselas para definir las “modalidades” de esta “zona de seguridad” que estaría controlada por Ankara, según el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin.

Por su parte, Moscú, firme aliado del presidente Bashar Al Asad, parece rechazar también esta idea y estimó el miércoles que Damasco tendría que retomar el control del norte del país tras la retirada de las tropas estadounidenses.

“La única y mejor solución es el paso de estos territorios bajo control del gobierno sirio, de las fuerzas armadas sirias y de sus estructuras administrativas”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Para los expertos, el anunció de Trump causó confusión. “No está muy claro lo que realmente quería decir y, hasta ahora, no ha habido una clarificación de la administración estadounidense”, comentó Mutlu Civiroglu, especialista en política kurda.

Desde el anuncio de Trump, en diciembre, de la retirada de unos 2 000 soldados desplegados en Siria para luchar contra el EI junto a las fuerzas kurdas, la tensión entre los kurdos sirios y Turquía ha ido en aumento.

“Agresión” turca

Por su parte, el régimen de Bashar Al Asad calificó de “agresión” turca el plan sobre esta zona de seguridad en territorio sirio.

Las declaraciones “irresponsables” de Erdogan “muestran una vez más que su régimen solo trata con el lenguaje de la ocupación y la agresión”, indicó la agencia oficial siria Sana, citando una fuente en el ministerio de Relaciones Exteriores.

La oposición entre Turquía y los kurdos refleja la complejidad de la guerra que devasta Siria desde 2011 y que ya ha causado más de 360 000 muertos.

Ankara considera las YPG como una “organización terrorista”. A Turquía no le gusta la autonomía que la comunidad kurda ha ido ganando durante el conflicto sirio, y teme que galvanice las aspiraciones independentistas de la minoría en su propio territorio.

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