Los congresistas peruanos Alberto Quintanilla,Wilbert Rozas, Víctor Andrés García Belaúnde y César Villanueva y la presidenta de la Asociación de Prensa Extranjera (APEP), Jacqueline Fowks, durante una rueda de prensa para exponer sus posiciones sobre el pedido de destitución del presidente, Pedro Pablo Kuczynski. Foto: EFE
Mañana jueves 22 de marzo del 2018 podría ser el último día de gobierno en el Perú de Pedro Pablo Kuczynski, acaudalado economista de origen europeo que llegó a la presidencia a una edad en que muchos se jubilan y que lleva meses tambaleándose debido a una gestión muy impopular.
La oposición, encabezada por el partido derechista radical Fuerza Popular (FP), buscará mañana jueves que al menos 87 de los 130 legisladores voten a favor de la destitución del líder de derecha liberal de 79 años, alegando “incompetencia moral” derivada del ocultamiento de nexos con la cuestionada constructora brasileña Odebrecht.
Si se alcanzan esos votos, Kuczynski tendrá que dejar el cargo en manos de su vicepresidente Martín Vizcarra, embajador en Canadá y que casualmente celebra mañana su 55 cumpleaños. El proceso de vacancia (destitución) tiene como telón de fondo un duro choque entre dos hermanos, Keiko y Kenji Fujimori, hijos del ex presidente Alberto Fujimori, que fue indultado por Kuczynski en Navidad.
La primera está a la cabeza de quienes piden su salida y el segundo se ha convertido en defensor de la continuidad. El mandatario que ha alternado su carrera entre la política y la consultoría financiera internacional se ha visto obligado a reconocer por el camino nexos con la constructora.
Odebrecht,inmersa en casos de corrupción en 12 países, pero asegura que no hubo movimientos ilegales en tales hechos. La oposición cree que sí hubo ilegalidad, pero al margen de ello, estima que el mero intento de negar esos vínculos supone la pérdida de autoridad moral de Kuczynski.
En Perú, para que un presidente sea destituido no es necesario probar la comisión de un delito. “Llegó la hora de decirle al señor Kuczynski que se vaya, pero ya. Su salida nos hará renacer”, escribió en Twitter Keiko Fujimori, líder de la oposición, después de que videos y audios supuestamente probaran que el Gobierno está comprando a congresistas para que voten por el no.
Las cintas fueron mostradasel martes por el portavoz de FP, Daniel Salaverry. Todas tienen como protagonista al legislador de ese partido Moisés Mamani, quien aparentemente recibe ofertas que incluyen promesas de comisiones ilegales en obras.
Entre quienes hablan con Mamani están Kenji Fujimori y el abogado de Kuczynski, Alberto Borea. Las cintas fueron mostradas tras reiterados rumores de sobornos, algo que el mandatario calificó de“un cuentazo”.
“Lamento muchísimo las bajezas y actitudes delincuenciales de FP y de mi hermana Keikoal operar grabando de manera oculta, tergiversando información”, afirmó Kenji Fujimori.
El parlamentario, que el martes 20 de marzo inició trámites para formar su propio partido, apoyó a Kuczynski en diciembre, cuando, junto a nueve congresistas que militaban con él en FP, desafío a su hermana y votó contra la vacancia, que no prosperó por apenas ocho votos.
Indicios apuntan a que, a cambio, Kuczynski indultó a Fujimori padre, a quien le faltaba cumplir 15 de los 25 años de cárcel a los que fue condenado por 25 asesinatos. Con ello, Kuczynski podría haberse ganado la lealtad del hijo de Fukimori, pero no alivió el rencor de su hija.
Desde entonces han surgido más indicios y testimonios que vinculan al presidente con Odebrecht. Relación que además no lo salpica solo a él, sino a notorios políticos del Perú como los ex presidentes Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, además de a la propia Keiko.
Las cinco de siete fuerzas parlamentarias que están a favor de la vacancia suman 104 votos. Pero los analistas esperan muchas deserciones y el pronóstico es reservado. De ahí que mañana se espere una jornada electrizante en el Perú, por segunda vez en tres meses.
Kuczynski, considerado un orador con limitaciones,hablará primero y le dejará la palabra al locuaz Borea. Después se espera una maratón de casi 130 discursos en la que, sin dudas, lloverán insultos.
Para los analistas, más allá de si Kuczynski sigue o no en el cargo, el país se encuentra en una grave crisis porla falta de eficacia del Gobierno,la sensación de obstruccionismo del Congreso controlado por Keiko y la corrupción que inspira en las calles el grito: “Que se vayan todos”.