Mauricio Macris e perfila como candidato para las presidenciales en Argentina. Foto: La Nación / GDA
El acuerdo electoral del partido de centroderecha PRO con la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC) fue desestimada y cuestionada por el gobierno argentino y dirigentes kirchneristas, que la compararon con la fracasada experiencia de la Alianza que llevó en 1999 a Fernando de la Rúa al poder.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy que “la historia vuelve a repetirse con una nueva alianza con objetivo electoral, que ya no tiene contenido político”.
En el mismo sentido se manifestó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, uno de los precandidatos presidenciales con mayor intención de voto del Frente para la Victoria (FpV, peronista) kirchnerista.
La UCR aprobó en la madrugada del domingo que su precandidato Ernesto Sanz compita en las primarias abiertas de agosto con el alcalde porteño y jefe del PRO, Mauricio Macri, y la dirigente de la CC Elisa Carrió para elegir al postulante que se presentará en la elecciones presidenciales del 25 de octubre.
Según el kirchnerismo, el acuerdo reedita la Alianza UCR-Frepaso que en 1999 le ganó al peronismo en las elecciones generales y llevó a la Casa Rosada al radical De la Rúa, entonces jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
De la Rúa renunció sin embargo a la presidencia argentina en diciembre de 2001, dos años antes de terminar su mandato y en medio de una de las más profundas crisis políticas, sociales y económicas de las últimas décadas de la historia nacional.
Según Scioli, “Mauricio Macri encabeza esta nueva Alianza que, como en ese momento, empezó con los mismos pasos”. “Sobre el jefe de gobierno de entonces (por De la Rúa) confluyen sectores ‘en contra de'” el oficialismo, declaró. “Ya hemos visto cuando se arman alianzas electorales ‘en contra de’, las consecuencias que tiene. No volvamos a pisar la misma piedra dos veces”, advirtió.
El jefe de Gabinete argentino alertó en tanto que la nueva coalición representa “lo más rancio de la derecha argentina”. Sanz reconoció hoy que la nueva coalición debe alejar “el fantasma” de la Alianza de 1999. “Cualquier construcción de la oposición para alejarse de ese fantasma tiene que tener muy en claro un programa para gobernar la Argentina. Me hago cargo de los desafíos y de los riesgos”, sostuvo el senador y precandidato radical.
Al tiempo que negó que el acuerdo represente un giro a la derecha, Sanz señaló que el Kirchnerismo “tiene miedo” a “una coalición opositora competitiva” que evite la fragmentación.
Carrió expresó en tanto su confianza en el nuevo acuerdo electoral y estimó que ganará las elecciones presidenciales “en primera vuelta”.
El acuerdo “es lo que pedía el pueblo”. “Ahora le toca a la sociedad elegir, pensar, razonar, quién quiere que conduzca esa primera etapa de la República, esa etapa de transición a un modelo político distinto”, sostuvo.