Johannesburgo, AFP
Kaká, Balón de Oro 2007, iniciará su nueva etapa en el Real Madrid, al que acaba de ser traspasado, con otro título en el bolsillo, la Copa Confederaciones, que ganó con Brasil este domingo en Sudáfrica, donde se coronó además como mejor jugador del torneo.
El astro brasileño no podía soñar con mejor manera de comenzar, a sus 27 años, su nuevo periplo en el Real Madrid que vuelve a construir Florentino Pérez, artífice de la era ‘galáctica’, que ha pagado por él 65 millones de euros al Milan.
Tras una temporada en blanco en San Siro, llegará al Santiago Bernabéu con el título recién conquistado en Sudáfrica, donde los auriverdes remontaron un 2-0 en contra en el descanso para acabar imponiéndose por 3-2 ante Estados Unidos el domingo en la final.
Amo y señor del fútbol en 2007, tras ganar la Liga de Campeones con el ‘rossonero’ y luego hacerse con el premio de mejor jugador del mundo FIFA y el Balón de Oro ese mismo año, Kaká tuvo un declive a nivel de clubes que se acentuó con la subida de Cristiano Ronaldo en 2008 y Leo Messi en 2009.
Tras una temporada en blanco con el Milan, sin poder dar lucha al archirrival Inter de Milán en el título de la Serie A, quedar fuera de los cupos de la Champions League y verse eliminado prematuramente en la Copa UEFA, Kaká se ha reencontrado con la alegría y con su nivel, protegido en la Seleçao.
“Kaká va a volver a ser el mejor del mundo ” , advirtió al inicio del certamen su entrenador Dunga, que le ha dado la responsabilidad de llevar la casaca número ’10’ y lo ha hecho su líder dentro del campo, función con la que se superponía con Ronaldinho en el pasado.
Ahora, casi todas las jugadas importantes pasan por sus pies y eso es lo que pide Dunga. Eso le dio un protagonismo estelar, que Kaká supo aprovechar para volver a ser el centro de los comentarios y hacerse con el galardón de mejor jugador, por delante de su compañero Luis Fabiano, máximo goleador de la cita.
“En Milán mi carrera estuvo marcada por ser un jugador decisivo, también lo soy en la selección brasileña y espero seguir así ”, añadió el flamante jugador del Real Madrid, donde se encontrará con su sucesor en el palmarés del Balón de Oro, el portugués Cristiano Ronaldo.
“Me considero uno de los grandes jugadores de la selección hoy. Con el tiempo que llevo aquí, sé que me he ganado una responsabilidad”, reconoció el hombre que ahora luce la casaca número 10, la misma que vistieron Pelé o Zico.
“Espero volver a ser el mejor jugador del mundo. Es una gran motivación, pero siempre que gané títulos individuales, vinieron tras conquistas colectivas. Aprendí eso. Si mi equipo o selección no andan bien, no voy a ganar nada” , reconocía.
En Sudáfrica, marcó dos goles, dio varias asistencias y era vox populis que saldría recompensando con el Balón de Oro del torneo, en el que su selección no sólo se llevó la victoria, un año antes del primer Mundial africano de fútbol, sino también el premio al juego limpio.