Madrid, DPA
Kaká no está y pocos le esperan. Lesionado desde hace semanas, el mediapunta del Real Madrid tiene pocas posibilidades de estar en el clásico del sábado ante el Barcelona, un nuevo revés dentro de su aciaga temporada.
Qué lejos queda el 30 de junio de 2009, cuando más de 40 000 hinchas del Real Madrid acudieron a la presentación de un jugador deseado durante muchos años.
Finalmente, fichó por el equipo blanco después de que éste pagara 60 millones de euros (80,4 millones de dólares) al Milan.
Pero Kaká no respondió hasta el momento a las expectativas generadas. Primero, porque ha estado buena parte de la temporada sin jugar por una pubalgia; y, segundo, porque en los partidos disputados nunca pareció acercarse al nivel exigido por lo que costó.
El brasileño no apareció hoy en el campo de entrenamiento y no parece probable que vaya a estar ante el Barcelona.
Y si entra en la convocatoria, apenas tendría opciones de jugar como titular después de un mes sin actuar.
Kaká, de 27 años, jugó 21 partidos de la Liga española y marcó siete goles, unas cifras alejadas del rendimiento ofrecido en Italia.
No juega desde el 10 de marzo, cuando recayó de su lesión de pubalgia tras el fatídico partido de la Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon.
El Real Madrid quedó eliminado y Kaká tuvo que escuchar silbidos de su propia hinchada al ser sustituido.
El asunto de Kaká casi adquirió “carácter de Estado” y hasta provocó la intervención del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien hace dos semanas se manifestó preocupado por las lesiones y el mal momento del astro del Real Madrid pensando en el Mundial de Sudáfrica.
“Kaká vive quizás el momento más difícil de su carrera, no sólo a raíz de lesiones, sino porque el equipo del Real Madrid es casi una exposición de telas, una exposición de artistas. Con muchos artistas reunidos, juntos, hay mucha competitividad”, afirmó el mandatario.
Rafael van der Vaart fue el sustituto de Kaká y se ganó el aprecio de su hinchada, siempre atenta a las historias de superación.
El Real Madrid quisó traspasar al holandés a comienzos de temporada y ahora es casi imprescindible para su técnico, el chileno Manuel Pellegrini.
Mientras, el secretismo rodea la lesión de Kaká y los médicos del Real Madrid no emitieron en este tiempo un comunicado sobre la progresión de la dolencia.
Nadie sabe si reaparecerá en el próximo partido o si se perderá lo que queda de temporada. Kaká llegó al Real Madrid iluminado por todos los focos y hoy transita por el lado oscuro de la “galaxia” blanca. Posiblemente tenga que ver por televisión el clásico que nadie quiere perderse.