Cristina Fernández apareció en la convención anual de la Cámara de la Construcción. Foto: AFP
La Justicia desestimó hoy, 26 de febrero de 2015, la denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por presunto encubrimiento a los iraníes acusados del atentado a la mutual judía AMIA, que en 1994 dejó 85 muertos y fue el más grave de la historia del país sudamericano.
El juez federal Daniel Rafecas no hizo lugar por “inexistencia de delito” al dictamen del fiscal federal Gerardo Pollicita que impulsó la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman e imputó a la jefa de Estado, su canciller, Héctor Timerman, y otros dirigentes kirchneristas.
Nisman, fiscal especial de la causa por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), había denunciado el 14 de enero a Fernández de Kirchner y sus colaboradores por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados del ataque, abriendo una crisis política que sacudió al gobierno en su último año de mandato.
Cuatro días después de su denuncia, el fiscal murió de un disparo en la cabeza sin que la Justicia cuente hoy con hipótesis concretas de si fue un suicidio o un homicidio.
El gobierno saludó la resolución judicial y reiteró que la denuncia de Nisman era “un disparate” e “insostenible”. El juez Rafecas consideró que no había elementos suficientes para abrir una causa penal según lo presentado por Nisman.
“Ha quedado claro que ninguna de las dos hipótesis de delito sostenidas por el fiscal Pollicita en su requerimiento se sostienen mínimamente”, explicó el juez Rafecas en su resolución.
El magistrado sostuvo que los análisis de los elementos que acompañaron la denuncia “inhiben el inicio de un proceso penal por cuanto no sólo dejan huérfano de cualquier sustento típico al hecho descripto como una supuesta maniobra de ‘encubrimiento’ y/o ‘entorpecimiento de la investigación‘ del atentado a la AMIA destinado a dotar de impunidad a los acusados de nacionalidad iraní, sino que por el contrario, tales evidencias se contraponen de modo categórico al supuesto ‘plan criminal’ denunciado”.
Nisman había acusado a Fernández de Kirchner, Timerman, el legislador kirchnerista Andrés Larroque, el dirigente Luis D’Elía y el activista Fernando Esteche, entre otros, de “negociar un plan de impunidad y encubrir a los prófugos iraníes acusados de la voladura a la mutual judía”.
La Justicia argentina acusa a siete ex altos funcionarios iraníes, entre ellos al expresidente Alí Rafsanjani y a un libanés sospechado de integrar Hizbolá, de ser los ideólogos del atentado a la AMIA y pidió a Interpol su captura internacional, aunque hasta ahora sin éxito.
El ataque a la AMIA fue el atentado más grave de la historia de la Argentina. Fue el segundo contra un objetivo judío en el país sudamericano tras el ataque explosivo a la embajada de Israel en Buenos Aires perpetrado el 17 de marzo de 1992, que dejó 29 muertos.
El fiscal Nisman había denunciado que “el plan destinado a favorecer ilegalmente y desvincular en forma definitiva y fraudulenta a los sospechosos iraníes por su participación en el atentado contra la sede de la AMIA comenzó dos años antes de la firma del Memorando de Entendimiento” rubricado a principios de 2013 con Teherán.
Según había señalado Nisman, la verdadera finalidad de aquel acuerdo para avanzar en el esclarecimiento del atentado era desvincular a Irán de la responsabilidad por el atentado para acercarse geopolíticamente al gobierno de Teherán, obtener contraprestación energética, intercambiar petróleo por granos y otros intereses.
Para el fiscal, el Memorando de Entendimiento fue “la excusa” para solicitar a Interpol que diera de baja las notificaciones rojas sobre los iraníes requeridos por la Justicia argentina, denuncia que fue rechazada por el gobierno.
El juez Rafecas analizó la evidencia y concluyó que la hipótesis de delito a través de la firma del Memorando no se sostiene “porque el presunto delito nunca se cometió”.
El magistrado consideró además que la denuncia por la supuesta intención de dar de baja las notificaciones rojas de Interpol contra los acusados iraníes tampoco se sostiene “porque la evidencia reunida, lejos de sostener mínimamente la versión fiscal, la desmiente de un modo rotundo y lapidario, llevando también a la misma conclusión de la inexistencia de un delito”.
El gobierno celebró la resolución judicial, que da un respiro al gobierno en medio de la crisis.
El ministro del Interior y Transporte y precandidato presidencial, Florencio Randazzo, sostuvo que “el verdadero golpe contra la presidenta era que el fiscal que la iba a denunciar apareciera muerto”. “Siempre dijimos que la denuncia de Nisman contra la presidenta era un disparate. Hoy lo confirmó un juez”, destacó Randazzo, quien por otra parte urgió a la Justicia a esclarecer la muerte de Nisman.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, destacó que “primó el sentido jurídico más básico”. “Rafecas puso las cosas en su lugar: siempre dijimos que la denuncia de Nisman no tenía rigurosidad jurídica. En casi 45 días de haberse realizado, no hubo ningún jurista de fuste que le haya dado entidad”, subrayó.
En tanto, la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, admitió que no tiene hipótesis concretas acerca de si fue un suicidio, un suicidio inducido o un homicidio. Señaló que aún resta relevar varias pruebas y filmaciones, a la vez que reconoció que tampoco tiene certezas de que antes de su llegada se haya conservado sin alteraciones el lugar donde apareció el cuerpo de su colega, quien murió por un tiro en la cabeza.
En ese contexto declaró hoy el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien llegó al departamento donde se hallaba el cuerpo de Nisman en la noche del 18 de enero antes que la fiscal. “Desde que llegó la Prefectura el lugar quedó preservado”, aseguró Berni. “El accionar en el lugar fue impecable”, subrayó.
Este jueves se conocieron en tanto amenazas que había recibido Nisman en 2012 y 2013 vía correos electrónicos. “Vamos a matarte a vos y a toda tu familia”, le advirtieron. “Tu gobierno ya negoció dejar de lado la acusación a la gloriosa República Islámica y a Hizballah. Se terminó el apoyo a vos, tenés que irte. Renunciá ya mismo y no tendrás consecuencias (…) Vos vas a aparecer en una zanja, reventado a balazos y tus hijitas, ni te contamos”, fue otra de las amenazas, según difundió el portal Infobae.