Néstor Arbito, vocal del Consejo de la Judicatura. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Entrevista a Néstor Arbito, vocal del Consejo de la Judicatura
¿Hay penas desproporcionadas en Código Integral Penal (COIP)?
Cuando el Defensor Público, a quien estimo mucho, habla de que en el país da lo mismo robarse un borrego que el peculado hasta yo me asusto. Pero lo que no se dice es que el peculado de millones tiene penas de 10 a 13 años de cárcel.
El abigeato también tiene penas muy fuertes…
Hay que entender el contexto de cómo se comete. Eso no se da en la esquina de una avenida, donde tengo una UPC. Se dan en el potrero donde la persona está desprotegida. Por eso, el legislador ha dicho que ese tema lo va a sancionar de manera más fuerte.
La crítica sobre la desproporción nace a partir de casos donde se han dado penas mínimas como los pases policiales.
Mire cómo afirmar que hay desproporcionalidad en el COIP se traduce en varios casos que son específicos.
¿En casos específicos hay desproporcionalidad?
En el caso del peculado y el borrego, claramente no. Se dice pobrecitas las señoras de los shampoo que se han robado, pero ahí la Fiscalía es la que acusa. Primero se dijo que los jueces aplican de forma desproporcionada las penas del COIP y se ha quedo claro que no son los jueces.
En este caso el Dr. Gustavo Jalkh dijo que los jueces valoraron los agravantes como los antecedentes judiciales de ellas.
No, eso no dijo Gustavo.
Mostró los cinco procesos judiciales previos
Lo que dijo el Presidente del Consejo de la Judicatura fue que allí había agravantes. Los jueces en ningún momento han usado ni como agravantes ni atenuantes los antecedentes judiciales.
¿No es discriminación mostrar que esas mujeres tienen juicios previos?
Es un tema de reincidencia que es otra cosa. No es lo mismo el pobre que no tiene antecedentes que hoy por necesidad ha robado un celular y el que tiene 40 detenciones por robo, asalto o agresiones.
¿Delitos como robos deben tener penas duras?
Cuando se habla de que por el robo de un celular a la persona se lo sentencia a nueve años, lo que no se dice es que esa persona golpeó a la víctima con la cacha de una pistola. El delincuente sale armado a cometer un ilícito el milagro es que no me pegue un tiro. Se considera más grave es porque atenta a su paz.
¿Es la cárcel la respuesta?
Habría que preguntarles a todas esas víctimas que le rompieron la cabeza, que le pusieron la pistola, si quieren que esa persona se esté rehabilitando, privado de la libertad o quieren que estén en las esquinas.
¿A eso se debe que hayan duplicado la cantidad de privados de libertad en el país, desde el 2009?
Actualmente creo que estamos bordeando los 24 000 personas privadas de libertad (ppl). Somos uno de los países en América latina con las tasas más bajas de ppl. El tema no pasa por cuántas personas están privadas de la libertad. El tema es que actualmente el sistema judicial ha cambiado y tenemos al 70% de los ppl con sentencia y ahora el 30% espera su sentencia.
¿Eso qué significa?
Significa que cometieron un delito. No que se criminaliza.
Néstor Arbito
Su trayectoria: En el 2000 trabajó en Projusticia. Ministro de Justicia del 2009 al 2010. Fue miembro de la comisión para nombrar la Corte Constitucional.