La fiscal sueca Ingrid Isgren, jefa adjunta de la instrucción sumarial contra Assange, participó en el interrogatorio. Foto: AFP
La defensa de Julián Assange cambió de estrategia. El ‘hacker’ australiano empezó desde ayer, 14 de noviembre del 2016, a rendir su testimonio en la Embajada de Ecuador en Londres ante el fiscal ecuatoriano Wilson Toainga, aunque la semana pasada notificó por escrito en Quito que no estaba de acuerdo con la diligencia, pues se han vulnerado sus derechos humanos.
Desde las 10:00, Assange fue interrogado por Toainga, quien estuvo acompañado por la fiscal sueca Ingrid Isgren, jefa adjunta de la instrucción sumarial. También, estuvo presente la inspectora de la Policía de ese país Cecilia Redell.
El fundador de Wikileaks es investigado en Suecia dentro de un proceso por presuntos delitos sexuales.
Durante su declaración, Assange admitió haber tenido relaciones consentidas con una joven sueca en 2010, pero negó cualquier intento de violación, dijeron fuentes cercanas a Wikileaks. El australiano, precisamente, es acusado de violación “en grado menor” de la joven mientras dormía y con el agravante de que el sexo fue realizado sin preservativo, según la declaración de la denunciante que es parte de la investigación preliminar de la Fiscalía sueca. Este delito es penado con cuatro años de prisión en ese país.
Con su testimonio, Assange espera descartar cualquier justificación para que la investigación siga abierta.
A causa de sus cuatro años de cautiverio, Assange sufre una aguda depresión y un trastorno de estrés postraumático (TEPT), según un certificado médico entregado en la Fiscalía General en esta capital. También, padece una parálisis en su hombro derecho que tiene un rango limitado de movimiento, desde el 2015, y padece un dolor dental en su segundo molar superior derecho, que derivó en una pieza dental rota.
La diligencia, que duró ocho horas y se retoma hoy, a las 09:00, se realizó en español en un salón de la Embajada. También participó Carlos Poveda Moreno, abogado ecuatoriano de Assange. En sendos escritos presentados ante la Fiscalía General desde octubre pasado, Poveda había impugnado el interrogatorio argumentando que al dar paso a la diligencia judicial solicitada por la justicia de Suecia las autoridades ecuatorianas están violentando el derecho de asilo político de su defendido, en vista de que el delito del que se le acusa no está tipificado en la legislación ecuatoriana.
“La Fiscalía de Ecuador no está garantizando los derechos e incumple el deber de tutelar mis garantías constitucionales, ya que claramente (al dar paso a la diligencia) se infringen las normas de doble incriminación, debido proceso y la propia seguridad personal”, indica la última impugnación judicial presentada en el Ministerio Público.
La decisión inicial de no cooperar con la declaración cambió el fin de semana, informaron fuentes cercanas a la defensa, en vista de que la Fiscalía ecuatoriana decidió continuar con la diligencia, a pesar de las objeciones de Assange. “Tampoco quisimos que las autoridades tomaran a mal la falta de cooperación como si se estuviera ocultando algo”.
Suecia y Ecuador negociaron durante meses las condiciones del interrogatorio, para lo cual se contó con la asistencia de intérpretes, en base a un cuestionario redactado íntegramente por el Ministerio de Justicia de Suecia.
Luego del interrogatorio, el otro abogado de Assange, el sueco Per Samuelsson, sostuvo que su cliente “siempre ha querido dar su versión de los hechos directamente a los investigadores. Él quiere tener la oportunidad de defender su honor y espera que se abandone la investigación”.
La situación del australiano en la Embajada ecuatoriana se complicó desde el 17 de octubre pasado. Alegando que estaba interfiriendo en el proceso electoral de Estados Unidos, al filtrar miles de correos de la entonces candidata presidencial Hillary Clinton, ese día el Gobierno cortó la conexión de Assange a Internet. Actualmente permanece incomunicado y tampoco ha podido recibir visitas de sus familiares o colaboradores cercanos.
En las afueras de la Embajada ayer se congregó un pequeño grupo de apoyo al ‘hacker’ con pancartas y banderas.
Ayer por la mañana, un pequeño grupo de apoyo al hacker se congregó en las afueras de embajada, con pancartas y banderas en las que podía leerse “ Liberen a Assange ” o “ Gracias WikiLeaks ”.
En contexto
El interrogatorio rendido ayer por Assange es parte del proceso judicial que Suecia mantiene abierto por delitos sexuales desde el 2010. Por temor a ser enviado a Suecia y desde ahí a EE.UU., él se asiló en la Embajada en Londres en julio del 2012.