Seis juicios se han iniciado por tuits y mensajes en las redes

Luis Vivanco estuvo acompañado por sus compañeros de La Hora, periodistas de otros medios de comunicación, su familia, políticos y artistas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Luis Vivanco estuvo acompañado por sus compañeros de La Hora, periodistas de otros medios de comunicación, su familia, políticos y artistas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Luis Vivanco estuvo acompañado por sus compañeros de La Hora, periodistas de otros medios de comunicación, su familia, políticos y artistas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La protesta se concentró en las afueras de la Fiscalía de Pichincha. Personas que llegaron a ese sitio, en el norte de Quito, mencionaron una y otra vez: “tuitear no es delito”.

Se referían al proceso que se abrió contra el periodista Luis Vivanco, luego de que el 13 de abril de 2017 publicara un mensaje en Twitter. Allí, el comunicador mencionó la palabra revolución y publicó una foto tomada en un operativo antidrogas. “Sobre estos colchones descansa la revolución”, escribió.
Ahora, agentes de la Fiscalía lo investigan por un presunto delito de intimidación.

Este caso es el sexto juicio que desde el 2015 se abre en contra de personas que escribieron en Twitter y Facebook.

Los hechos comenzaron el 15 de julio de ese año, cuando Sebastián Cevallos, dirigente político de Cuenca, envió un tuit y dijo que familiares de Carlos Marx Carrasco ocupaban cargos públicos en el Austro.

Tras el mensaje, Paula Rodas, sobrina del exministro de Trabajo, lo demandó y en noviembre de ese año Cevallos fue condenado a 15 días de cárcel.

Finalmente, Rodas lo perdonó y el caso se cerró. Ayer, 18 de mayo, el dirigente contó que el fallo afectó al entorno familiar, porque si bien no fue a la cárcel, lo declararon culpable. “A nadie le gusta estar envuelto en procesos judiciales”.

Al periodista Wilson Cabrera, de Morona Santiago, también lo demandaron dos veces por un mensaje en Twitter y lo acusaron por presuntas calumnias. Él recordó que en el primer proceso, el alcalde de Limón Indanza, Freddy Torres, retiró la acusación, ­mientras que en el segundo lo de­clararon inocente.

Este Diario quiso hablar con Torres, pero en su oficina se indicó que estaba en reuniones, tras la rendición de cuentas.

Estefanía Camelos también fue declarada inocente. A ella la enjuiciaron penalmente por escribir un comentario en la página de Facebook de una hostería de Riobamba. “No creí que escribir en esa plataforma fuera motivo de un juicio. Uno tiene diferente criterio, tiene su forma de pensar y no tiene por qué ser motivo de amedrentamiento”.

Quien sí fue recluida en la cárcel fue Jeannine Cruz, actual asambleísta de Creo. A ella la condenaron a 30 días porque en un mensaje de Twitter había cuestionado la emergencia decretada por la Alcaldía de Loja al Plan Maestro de Agua Potable de esa localidad.

Ayer, Cruz contó que esos 30 días pasó en un pabellón en donde estaban hombres y mujeres, pues la justicia la condenó por una contravención fijada en al artículo 396 del COIP.

Allí se menciona que será sancionada con pena privativa de 15 a 30 días la persona que, por cualquier medio, profiera expresiones en descrédito o deshonra en contra de otra.

El caso judicial de Vivanco apenas comienza. “Se me notificó con lo que llaman la desmaterialización de toda mi red social, (que es) darle la vuelta como bolsillo de payaso al Twitter, a ver qué se encuentra, ya que el Ministerio (del Interior) presentó la denuncia en mi contra sin establecer delito”, sostuvo el periodista.

Suplementos digitales