Redacción Sociedad
A Vicente Vargas no le gustó el ofrecimiento del presidente del Consejo Directivo del IESS, Ramiro González. En medio de la marcha que los pensionistas protagonizaron en el norte de Quito, el funcionario apareció en la puerta principal del edificio Sarzuela, donde está su oficina, y con micrófono en mano dijo que impulsará una reforma legal para mejorar las pensiones jubilares.
Vargas, un pensionista con más de 70 años, señaló que nadie cree a González y que este va en contra de los intereses del grupo.
Las personas de la tercera edad protestaron por la decisión del Consejo Directivo de elevar las pensiones con base en el índice inflacionario. A diciembre de 2009, este cerró en 4,31%.
Con esa resolución, la mayoría recibirá una elevación promedio de USD 12. Para quienes tienen ingresos de USD 200, el incremento será de USD 8,62.
“Esto es una miseria, que nos den lo del año pasado”, gritó Julio Bautista. En 2009 el aumento fue de USD 30. “Con el nuevo sistema recibiré solo USD 9”, aseguró el jubilado de 67 años.
Él salió desde Carcelén (extremo norte de Quito) para participar de la movilización. A las 08:30 las primeras personas ya se organizaban en las afueras de la matriz del IESS. A las 09:00 unos 200 jubilados iniciaron la marcha con gritos en contra del Consejo Directivo. Así caminaron por la Av. 10 de Agosto hasta llegar al Ministerio de Inclusión Social.
“Allí están, esos son los ladrones de la nación”, gritaron los protestantes. Bautista siguió en medio de la gente y entregó volantes.
Luego se dirigieron al edificio Sarzuela, donde están los tres vocales del Consejo Directivo.
En ese lugar aumentaron los gritos y las críticas. Junto a Julio Bautista se hallaba Luz María Velásquez, de 66 años. Ella dice que por la pensión de montepío recibe USD 125. “Eso no me alcanza para nada. Ahora tengo que mantener también a mis dos nietitos”.
Los dos niños salieron a la escuela y Velásquez aprovechó la mañana para encontrarse con las amigas y unirse a la marcha. “Ojalá esto cambie, que nos ayuden porque todo ha subido”.
Teresa Heredia conoció de la movilización en el gimnasio de la Villa Flora (sur de la capital). “Hay que luchar por nuestros derechos, no vamos a callar”.
La jubilada recibe USD 200 de su pensión y similar cantidad por montepío, beneficio que se entrega solo a las viudas y huérfanos.
En Guayaquil, 50 jubilados también protestaron. Ellos llegaron a la Caja del Seguro a las 10:00 y estuvieron allí una hora y media. La inconformidad se debe a que el año anterior, el aumento fue de USD 30 y esperaban que este año sea igual. “Ahora, con el costo de vida tan alto, no nos suben nada”, acotó Saúl Ruger, quien se jubiló hace cinco años.
Desde el miércoles 19, los jubilados se reunirán en la Asamblea, para buscar formas legales que mejoren los aumentos.
Punto de vista
Joaquín Viteri / ex director del IESS
El alza debe tener informe técnico
La decisión tomada por el Consejo Directivo del IESS, de aumentar las pensiones con base en el índice inflacionario, es totalmente contraria a la política social que intenta emprender el Gobierno. El sector que más requiere protección en materia social son los jubilados del país.
Ellos sobreviven exclusivamente de la pensión y no tienen otro ingreso económico. Por lo tanto, si a los trabajadores en general se les aumentó USD 22, a los jubilados debieron hacer lo mismo o establecer índices más altos.
Es totalmente contradictorio que mientras el país vive una crisis terrible le aumenten una verdadera miseria. Dicen que han aplicado la norma legal, pero incumplen la Constitución de la República que dice que el dinero del Seguro Social tiene que ser suficiente para cubrir las necesidades que requieren los jubilados.
Las elevaciones deben realizarse con informes técnicos.