Juan Guaidó, el outsider que se proclamó presidente de Venezuela

El presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó (c), saluda a manifestantes tras anunciar que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles en Caracas (Venezuela). Foto: EFE

El presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó (c), saluda a manifestantes tras anunciar que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles en Caracas (Venezuela). Foto: EFE

El presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó (c), anuncia que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles 23 de enero del 2019 en Caracas (Venezuela). Foto: EFE

Juan Guaidó sobrevivió a una de las peores tragedias naturales de Venezuela cuando era un quinceañero y Hugo Chávez cimentaba su revolución. Hoy, 23 de enero del 2019, autoprolamado presidente interino del país, es el mayor enemigo del mandatario socialista Nicolás Maduro.

“Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”, dijo el jefe del Parlamento, de mayoría opositora, ante miles de opositores en Caracas.

Inmediatamente el mandatario estadounidense, Donald Trump, lo reconoció como “presidente interino” del país con la mayor reserva petrolera del planeta.

No obstante, Maduro define a Guaidó como “un muchacho jugando a la política” en el Legislativo que lo declaró “usurpador de la presidencia” tras asumir su segundo mandato de seis años el 10 de enero.

Espigado y de corto cabello negro que empieza a pintar sus primeras canas, Guaidó se convirtió el 5 de enero en el presidente más joven que haya tenido la Asamblea Nacional.

No era el hombre de los grandes discursos, pero le tocó ponerse a la cabeza de una oposición dividida, con sus principales dirigentes encarcelados, exiliados o inhabilitados.

El presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó (c), saluda a manifestantes tras anunciar que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles en Caracas (Venezuela). Foto: EFE

Pero bajo su dirección el Congreso aprobó una “amnistía” a militares que desconozcan a Maduro, a quien llama “dictador” y cuya reelección tilda de fraude. Sin embargo, todas las decisiones del Legislativo son consideradas nulas por la Justicia, de línea oficialista.

“Una de sus principales virtudes es que entiende las distintas posturas y hace lo que está a su alcance para que sean una sola”, comentó Juan Andrés Mejía, diputado de 32 años formado con Guaidó en el partido Voluntad Popular (VP), de Leopoldo López.

Con el paso de los días se le ve más seguro -sonríe en mítines y habla con mayor soltura-, mientras recibe apoyo internacional.

'Cara fresca'

Guaidó reconoce, sin embargo, que su desafío a un gobierno que controla la Fuerza Armada le traerá problemas.

“Esto va a tener consecuencias”, admitió el diputado, quien el 13 de enero fue detenido durante una hora por agentes de inteligencia, que según el gobierno se confabularon con la oposición para desprestigiarlo.

Al asumir la jefatura del Parlamento, Guaidó, casado y padre de una bebé, se comprometió a encabezar un gobierno de transición que convoque a elecciones, y en todos sus mensajes invita a los militares a romper con Maduro.

“Soy un sobreviviente, no una víctima”, dijo, recordando la tragedia de Vargas, cuando gigantescos aludes mataron a miles en diciembre de 1999. Chávez, quien gobernó hasta su muerte en 2013, tenía solo 10 meses en la presidencia.

Guaidó vivía entonces con su madre y sus cinco hermanos menores en el costero estado Vargas. “Sé lo que es tener hambre”, afirma.

Comenzó en la política con la generación de universitarios que se opuso a Chávez con masivas manifestaciones en 2007. El movimiento derivó en la única derrota electoral del fallecido líder socialista, en un referendo para reformar la Constitución.

“Guaidó es una cara fresca, considerado un hombre de consensos por los moderados y respetado también por los radicales”, comentó el analista Diego Moya-Ocampos.

En 2009 fue miembro fundador de VP, del que ha terminado siendo el rostro más visible, pues López guarda prisión domiciliaria por las protestas contra Maduro de 2014 y Freddy Guevara -llamado a sustituir al líder mayor- se refugió en la embajada de Chile, acusado por las violentas manifestaciones de 2017.

'Ojalá no nos defraude'

Guaidó, quien participó activamente en las protestas, fue elegido diputado suplente en 2010 y legislador titular en 2015, por su natal Vargas.

Se abrió paso con denuncias de corrupción en la estatal petrolera PDVSA, mientras la producción de crudo colapsaba y la crisis se agravaba, con hiperinflación y escasez de alimentos básicos y medicinas.

Pero estaba lejos de los primeros planos. “De verdad, no sabía quién era. Ojalá no nos defraude”, reconoció José Hernández, administrador de 24 años que asistió a un acto en su apoyo.

Es un “juego complicado”, dice Mejía. Venezuela, agrega, “es un país acostumbrado al personalismo y al caudillismo y se está colocando una carga grande sobre Juan. El cambio no depende solo de él, depende de todos”.

Maduro lo tildó irónicamente como “presidente de la república de Wikipedia”, ante ediciones en los perfiles de ambos en esa página web. En el del líder socialista se lee “legitimidad discutida”.

Iris Varela,
la ministra de Servicios Penitenciarios, le amenazó con cárcel: “Ya te tengo lista la celda”, dijo antes de su fugaz arresto.

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