Dos jóvenes murieron en un ataque de las fuerzas del régimen de Daniel Ortega contra una iglesia en Nicaragua

Las fuerzas del régimen de Ortega. Foto: AFP

Las fuerzas del régimen de Ortega. Foto: AFP

Las fuerzas del régimen de Ortega. Foto: AFP

Al menos dos jóvenes murieron en un ataque de fuerzas del gobierno nicaragüense contra una iglesia en Managua, donde están atrincherados decenas de estudiantes desde la tarde del viernes, 13 de julio del 2018, según la Iglesia católica, que ya había reportado el fallecimiento de uno de ellos.

“Nos están diciendo que tenemos dos fallecidos y varios heridos”, declaró el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, al llegar a las afueras de la parroquia con el nuncio apostólico, Stanislaw Waldemar Sommertag, para mediar por la liberación de los estudiantes.

"Sacerdotes en la (parroquia) Divina Misericordia informan que continúan siendo fuertemente atacados por Policías y paramilitares, un joven fue alcanzado por una bala en la cabeza y acaba de fallecer", aseguró la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN). Luego se confirmó la muerte del segundo joven.

El cardenal Brenes, presidente de la CEN, "pide al gobierno, quienes son los únicos responsables de estas acciones, detener esta masacre en contra de las personas dentro de la parroquia", agregó el mensaje.

El nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag, el cardenal Brenes y otros obispos nicaragüenses realizan gestiones para lograr la liberación de los estudiantes.

El hostigamiento a la parroquia Divina Misericordia, en el suroeste de la capital, comenzó la mañana del viernes, tras un ataque de policías y paramilitares a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), al lado del templo.

Poco después del mediodía del viernes, policías, antimotines y paramilitares incursionaron en la UNAN para desalojar a los jóvenes que permanecían atrincherados desde el inicio de las protestas.

Los estudiantes son punta de lanza de un movimiento opositor que protesta desde el 18 de abril contra Ortega, que gobierna desde 2007 por tercer periodo consecutivo, a quien acusan de instaurar una dictadura con su esposa, Rosario Murillo, marcada por la corrupción y el nepotismo.

Más de 270 muertos y unos 2 000 heridos deja la violencia desbordada en estos tres meses de protestas, según grupos humanitarios.

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