Corea del Sur celebrará elecciones presidenciales el 09 de mayo de 2017 para reemplazar al ex presidente Park Geun-hye, quien fue destituido del cargo el 10 de marzo por una corrupción y abusos. Foto: EFE
Los electores nacidos en los 30 años posteriores al advenimiento de la democracia en Corea del Sur votarán el martes 9 de mayo de 2017 en las elecciones presidenciales para exigir un cambio, preocupados por su futuro en un contexto de desaceleración económica.
El “milagro” económico surcoreano permitió a un país arruinado y devastado por la guerra convertirse en la cuarta economía de Asia.
Pero los jóvenes viven circunstancias radicalmente diferentes de las de sus progenitores, a quienes bastaba trabajar mucho y duro para conocer el éxito y la riqueza, independientemente de sus orígenes sociales.
Desde hace cinco años, la tasa de desempleo de los jóvenes de menos de 30 años no deja de crecer. En 2016 fue del 9,8%, más del doble que la tasa global.
Los surcoreanos de 20 a 30 años descubren que una buena educación no garantiza un buen empleo, y además las empresas no se atreven a contratar pues el crecimiento se ha frenado por debajo del 3%.
Teoría de la cuchara
Según la prensa, los gigantes grupos que dominan la economía — Samsung, SK o Hyundai — reciben centenares de miles de curriculum vitae cada año, pero solamente ofrecen algunos miles de puestos de trabajo.
“Creo que el mayor problema es la desigualdad” dice Park Hye-shin, estudiante de 27 años en la Universidad Hankook de estudios extranjeros. “ No se suben los peldaños sociales pese a todos los esfuerzos que se hacen. Incluso si uno ha pasado por la mejor universidad, todo lo que se hace en la vida es padecer competición tras competición ” .
Una teoría ilustra este sentido de la injusticia, llamada teoría de la cuchara, y proviene de una expresión inglesa que se refiere a la persona de familia rica, “nacida con una cuchara de plata en la boca” .
En la versión surcoreana, y conforme a esta sociedad muy estratificada, la teoría tiene tres niveles: las “cucharas de oro” , para jóvenes nacidos en familias ricas, las “cucharas de plata” para las clases medias y las “cucharas de barro” , para los jóvenes de familias pobres, y sin apenas esperanza de progresión social.
Las crecientes frustraciones sociales y económicas contribuyeron a las masivas manifestaciones de 2016 para exigir que dejara el poder la ahora expresidenta Park Geun-hye, implicada en un gran escándalo de corrupción.
Su destitución provocó la elección presidencial anticipada de este martes, y ahora los jóvenes electores –que estuvieron en primera línea de las manifestaciones — quieren que las cosas cambien.
Sin solución ‘clara’
Normalmente, la tasa de participación electoral de los menos de 30 años es la más baja de todas las franjas de edad. Pero según un sondeo Gallup Korea, 93% de los jóvenes electores dicen que irán a votar “ sin ninguna duda ” .
El favorito de la elección, Moon Jae-in, del Partido demócrata de centroizquierda, promete “ una economía centrada en el pueblo ” y la creación de 810.000 nuevos puestos de trabajo, la mayoría en la función pública, y un tercio de ellos para los jóvenes.
Su rival Ahn Cheol-soo promete un subsidio mensual de unos 500.000 wones (400 euros) a los jóvenes empleados por pequeñas o medianas empresas, para compensar las diferencias de salario que pagan los conglomerados gigantes.
Pero algunos han perdido toda esperanza.
“Ninguno de los candidatos ha propuesto una solución clara a los problemas ” de la juventud, dice Hahn Kyu-sup, profesor de comunicación de la Universidad nacional de Seúl.