Jóvenes buscan becas en universidades cofinanciadas

Kathy Morejón consiguió media beca en la Universidad UTE. Con su emprendimiento en la peluquería canina  costeará el resto. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Kathy Morejón consiguió media beca en la Universidad UTE. Con su emprendimiento en la peluquería canina costeará el resto. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Kathy Morejón consiguió media beca en la Universidad UTE. Con su emprendimiento en la peluquería canina costeará el resto. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

A sus 22 años, Kathy Morejón está por recibirse como paramédica en un instituto. Pero su sueño es seguir una carrera universitaria, así que postuló en el actual período de admisión al sistema de educación superior público.

No obtuvo un cupo para Veterinaria en la U. Central. Pero sí le dieron uno en la UTE, con beca del 50%; era su segunda opción de postulación. La joven cubrirá el resto gracias al emprendimiento de peluquería canina que empezó con su hermana en esta pandemia.

El 8 de diciembre, Kathy empezará el curso de nivelación en la universidad cofinanciada y, en abril del 2021, el primer semestre. Su madre, Patricia Gallegos, hace gestiones para obtener un aumento de beca, ya que la joven tiene 33% de discapacidad intelectual.

En este semestre, la UTE ofrece 540 becas de entre el 50 y 100% a los jóvenes que postulan a través de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt). La beca puede mantenerse a la largo de la carrera con un rendimiento académico mínimo, señala Claudia Ballas, coordinadora académica.

En primer semestre, el promedio mínimo debe ser de 7 sobre 10 y del segundo nivel en adelante, de 7,5. No pueden reprobar más de dos asignaturas. “Las exigencias son absolutamente posibles de alcanzar”.
Con becas parciales -apunta Ballas- también se puede optar por facilidades de pago de hasta tres partes, sin intereses.

Esta universidad es una de las ocho particulares que reciben asignaciones del Estado, y a las cuales también se accede a través del sistema de admisión público. En los centros también se pueden gestionar las becas directamente.
Otra cofinanciada es la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

Para ingresar se requiere una prueba que evalúa razonamiento verbal, numérico y abstracto. Otra ventana es un curso de admisión que dura 12 semanas, explica Lorena Araujo, directora general de estudiantes.
Para el período que arrancará en febrero, la PUCE otorga una beca de hasta el 25% en Medicina y Derecho y de hasta el 35% en las demás carreras. Y un descuento del 50% en la matrícula ordinaria.

María José Sinailín no alcanzó el puntaje requerido para acceder a la U. Central. Así que espera estudiar Enfermería en la PUCE.

Además, los jóvenes pueden postular a otro tipo de becas, que dan lugar a descuentos desde el 40% para mejores egresados o abanderados, para casos de discapacidad, por ser de pueblos y nacionalidades, deportistas o para carreras del área humanística y social.

Así, anota Araujo, buscan generar condiciones para que el tema económico no sea un obs­táculo. Por esta razón, María José Sinailín decidió inscribirse en esa universidad, tras no obtener un cupo en la Central. Quiere ser enfermera, empezará el curso de admisión el 23 de este mes. Para ello, su madre canceló USD 174.

Aún no sabe qué porcentaje de beca obtendrá, cuenta su mamá, Gloria Quijia. Con su salario de docente fiscal espera poder ayudar a María José. “La beca sería una gran ayuda”.

Hasta ayer, los aspirantes a cupos en la educación superior debían revisar si se les asignó uno, tras la segunda fase de postulación. Este sábado y domingo, quienes no obtuvieron uno podrán revisar nuevamente en el sistema.

En esta etapa de postulación hubo 28 276 cupos: 18 653 fueron para universidades y politécnicas y 9 623 para institutos. En total, para el segundo semestre de este año se ofertaron 105 613 lugares, en varias fases. En las primeras los consiguen quienes tienen mayor puntaje.

La Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), en su artículo 77, establece que los institutos, universidades y politécnicas deben establecer programas de becas completas o su equivalente en ayudas económicas a por lo menos el 10% de sus estudiantes.

Los beneficiarios, dice la norma, serán quienes no cuenten con recursos económicos suficientes, tengan alto promedio, distinción académica, artística, deportiva, discapacidad, que sean de pueblos y nacionalidades, ecuatorianos en el exterior, migrantes retornados o deportados.

Las universidades particulares autofinanciadas también entregan becas y ayudas económicas. El Consejo de Educación Superior registra un total de 19 en esta categoría.

Por ejemplo, en el programa de asistencia de la Universidad San Francisco (USFQ) hay becas de excelencia, para ganadores de concursos, culturales, deportivas, entre otras. No hay porcentajes fijos de descuento, ya que eso se calcula de acuerdo con la situación familiar de cada estudiante, señala Paulina Cruz, directora de asistencia financiera.

La UDLA también hace un análisis individual. Las ayudas pueden ir del 5 al 70%. Para otorgarlas, se indaga en la situación del núcleo familiar: número de hermanos, quién paga la educación, actividad de los padres, indica Luis Vaca, director de inteligencia de información. “Hay un acompañamiento vocacional a los estudiantes que se quedaron fuera de la educación pública”.

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