Imagen referencial. La joven fue violada cuando era una niña en una iglesia, a la que asistía con su familia. Foto: Pixabay
Una niña fue violada en un templo evangélico, y la pastora del centro religioso quiso exorcizarla para que no culparan a su hijo. Este hecho habría ocurrido el 27 de octubre del 2012 en Manta, en la Costa del Ecuador, cuando Victoria tenía 11 años de edad.
La víctima, con 19 años, decide revelar su historia porque se siente sola en el mundo y exige que se haga justicia en su caso. Ella cuenta en un consultorio jurídico lo que pasó dentro de la iglesia.
Victoria se sienta frente al escritorio y respira: “Estoy viviendo una tortura, pero lo único que pido es justicia. Justicia real, transparente, verdadera”, expresa la víctima.
La joven narra que la violación ocurrió cuando acudió con su padre a varias actividades a la iglesia evangélica para recaudar fondos que ayuden a terminar de construirla. En un momento su progenitor salió del templo rumbo al centro de Manta, y ella quedó al cuidado de la pastora.
“Yo estaba dentro del templo cuando se me acercó el hijo de la pastora y, bajo amenazas de muerte, me llevó hacia un cuarto donde sucedió todo”, dijo. En esa época, el sospechoso tenía 21 años de edad y era miembro del coro de la iglesia.
Victoria dice que no habló de la agresión sexual con sus padres por miedo, pero una noche no pudo dormir y decidió contarle a su hermana lo que había pasado. Al día siguiente los progenitores se enteraron de la violación y acudieron a la casa de la pastora a reclamarle. El sospechoso negó todo.
“Incluso la pastora le dijo a mi papá que yo podía tener actividad sexual porque estaba poseída, y que requería de un exorcismo. Lo decía de forma insistente para que su hijo no fuera detenido”, revela.
Sus padres acudieron a la Fiscalía y presentaron la denuncia. Luego la llevaron a un médico legista, donde se corroboró que había sido violada.
La víctima recibe amenazas
Victoria manifiesta que, luego de presentar la denuncia, sus padres comenzaron a recibir amenazas de muerte y decidieron marcharse de Manta.
“Por miedo, mis padres se fueron a alquilar a un condominio de edificios en Pedernales, donde vivimos tres años, y en ese tiempo la investigación quedó abierta en la Fiscalía”, cuenta la víctima.
Ella viajó a la casa de una tía en Manta el 10 de abril del 2016, y seis días después se registró el terremoto. Sus padres, su hermana y su abuela estaban dentro del departamento cuando la tierra tembló y el edificio se derrumbó. Su familia murió sepultada por los escombros.
Victoria quedó sola en este mundo a los 14 años de edad. Al cumplir los 18, decidió ir a la Fiscalía de Manta a pedir que reactiven su investigación.
Lo hizo en honor a la memoria de su familia fallecida, manifiesta.
“Yo he perdido todo en este mundo: mi niñez, mi inocencia, mi pureza y a mis padres. Es duro lo que estoy viviendo, porque mi proceso se traspapeló en la Fiscalía, donde constaba la pericia médica donde se confirmaba que había sido violada”, expresa la víctima.
Luego de varios meses, una trabajadora social encontró el informe médico y la investigación siguió firme.
Luego de reactivarse el proceso, Victoria dice que ha comenzado a recibir amenazas, supuestamente de los familiares del sospechoso.
“Me dicen que me cuide, que me van a denunciar y que soy una estafadora. Me he cambiado tres veces de casa porque las amenazas son constantes”, afirma. “Me siento perseguida”, finaliza.
Su abogada, Guadalupe Parrales, se acerca, le toma las manos y la consuela. La abraza. “Es conmovedor escuchar ese relato. Por culpa de esa violación, su familia emigró de Manta por miedo a ser asesinada y ahora está muerta”, dice Parrales.
La abogada menciona que la investigación está en la etapa de instrucción fiscal y dio un giro al reactivarse porque lograron localizar un expediente extraviado donde constaba el informe médico que corroboraba el ataque sexual. “En ese documento el perito describe los daños que presentaba la menor”, revela la defensora de Victoria.
Parrales informa que la investigación lleva un avance del 90%, y la audiencia preparatoria a juicio en contra del acusado estaba prevista para el pasado 9 de febrero, pero se postergó por pedido del abogado del sospechoso.
La diligencia se fijó a las 09:00 del viernes 20 de febrero en el Palacio de Justicia en Manta.
El sospechoso procesado en la Fiscalía es Samy Segundo A. P., quien tiene orden de prisión vigente y es buscado por la Policía. Él figura en la página del Consejo de la Judicatura como prófugo. Su abogado, Marcelo Abad Nieto, evitó pronunciarse.
Esta investigación es impulsada por la fiscal Luz Marina Delgado. La funcionaria informó que sobre este caso existe una denuncia y se han hecho varias diligencias para aclarar el delito. “Sin embargo, no puedo profundizar en los detalles de la investigación porque todo se indaga bajo reserva”, aseguró.